En la entrega anterior concluimos, que un Decreto del Presidente Mejía en el 2004, ordenaba ocupar de urgencia, los terrenos “propuestos para la UASD en Barahona”, para lotificarlos y repartirlos entre los perredeístas. Los terrenos referidos eran los de la Quinta Brigada; pero por suerte hubo una confusión en la interpretación del Decreto y los ocupantes irrumpieron en los terrenos del CURSO en Riochill (o Riosito).
La Dirección del centro solicitó la fuerza pública para desalojar a los ocupantes y profesores, estudiantes y empleados hicieron acto de presencia para que el desalojo se hiciera totalmente. Algunos “dirigentes” de los ocupantes fueron apresados y en las negociaciones entre ellos y el CURSO se acordó su liberación con el compromiso de no volver a violar el patrimonio universitario.
El decreto señalado se promulgó apenas cinco días antes del Presidente Mejía dejar el cargo (11 de agosto del 2004). Al subir a la Presidencia Leonel Fernández, todos los decretos hechos a última hora, por la pasada gestión, fueron derogados en el acto.
Como desde las esferas del partido del gobierno anterior, se oponían a la Ciudad Universitaria, se hicieron todos los contactos para que el nuevo gobierno asumiera la responsabilidad de realizar la permuta y construir el sueño de los universitarios locales. Es de ahí que el 25 de agosto del 2004 (9 días después del ascenso del nuevo Presidente), una comisión desde la Presidencia le gira una visita al CURSO.
La comisión la lideraba el Arquitecto José Cardona Melo y vino a conocer lo que desde el Centro Académico se solicitaba para la construcción de la Ciudad Universitaria. Se le dieron los detalles. Qué tipos de edificaciones se querían, total de aulas, espacios académicos, biblioteca, etc. y finalmente se realizaron recorridos en los terrenos de la Quinta Brigada y del CURSO en Riochill.
Luego en octubre, se nos invitó a una reunión en el Palacio, con el Director de OISOE, el Ingeniero Félix Bautista. Ya allí, nuestra Gobernadora se opuso a la Ciudad Universitaria en la Quinta Brigada y señaló que no era necesario, pues la UASD tenía terrenos y edificios en otras partes. Con el agua sucia, tuvimos que emplearnos a fondo, para poder convencer a los presentes (en el encuentro habíamos cerca de 10 personas) de la necesidad de la permuta y de la Nueva Ciudad Universitaria.
Rematamos nuestras argumentaciones, invitando al Ingeniero Bautista para que girara una visita a la zona. Dicho y hecho, ahí mismo, el ingeniero acordó, por vía telefónica, con Sigfrido Pared Pérez, Jefe de las Fuerza Aérea, para dos días después venir en helicóptero para Barahona.
La visita se concretó como se había acordado y dos días más tarde llegaron dos helicópteros a la Quinta Brigada trayendo la Comisión desde la capital. Aun en ese lugar nuestra Gobernadora insistía que no era necesario hacer ninguna permuta.
En un primer helicóptero nos montamos, Félix Bautista, el Encargado de Epsa Labco (empresa de Ingenieros Consultores) y quien escribe este documento, además del piloto. En el otro helicóptero, estaban la Gobernadora, el Diputado Eddy Mateo y Quintín Rivera, Encargado para el Sur de OISOE, además del piloto.
En pleno vuelo escuchamos a Félix Bautista comentar con el ingeniero de Epsa Labco, que los terrenos de la Quinta Brigada representaban una “extraordinaria plusvalía”. Luego sobrevolamos los terrenos del CURSO, Respondimos las preguntas y mostramos todo lo que se veía desde el aire. En pleno vuelo, el Director de la OISOE dijo, no, la Ciudad Universitaria de ninguna forma debe estar ahí.
Bajamos y sostuvimos una reunión en el aula 203, del Campus II, y sin dejar hablar a nadie, el Director de OISOE le dictó a su Secretaria sus conclusiones, aprobando el traslado de la UASD a los terrenos de la Quinta Brigada. A todos en el CURSO nos cubrió la satisfacción y la alegría; lo cual no duró mucho tiempo, pues unos cuantos días después vino otra comisión a visitarnos, con otra propuesta.
La nueva comisión la presidía un ingeniero de OISOE, oriundo de Barahona, de nombre Rafael Medrano (apodado burro blanco) y nos dijo que lo mejor era que la Ciudad Universitaria se construyera en el Cruce de Cabral o en otro sitio, a lo cual respondimos, que de ninguna manera. Luego en forma prepotente nos dijo, “qué tanto es que fuñimos si se nos está regalando todo”. Contestamos que eso no era cierto, que muy al contrario, la UASD estaba entregando un patrimonio millonario por otro, que era una permuta, no un regalo. Como vino a engatusarnos y no lo consiguió, salió de aquí incómodo y los resultados de esa visita se concretizaron a los pocos días.
Continuaremos el tema en otra entrega,
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