PLANIFICANDO (en mi cabeza)  EL DESARROLLO DEL  SUROESTE DE R.D.

Todos los exgobiernos de R.D.  han desarrollado  el Sur de Republica Dominicana:   porque el Sur de R.D. es el espacio comprendido entre Bani y Boca Chica. Lo que quiso decir, el Presidente Medina, en su discurso de rendición de cuentas es que llego la hora del suroeste dominicano.  No existe el  “sur profundo” o el “sur cercano”.

 El Presidente debió decir que llego la hora  de la subregión Enriquillo y efectivamente, esta  necesita de la  intervención del Estado para compensar la poca inversión del sector privado nacional y los efectos de un clima que demanda infraestructuras hidráulicas en particular. Por esa razón última, no habrá desarrollo del Suroeste sin la terminación de la presa Monte Grande,  prioridad No 1 del Suroeste. 2º El desarrollo del Suroeste –no de Bahía de Las Águilas- debe ser un “Desarrollo  con integración fronterizo”.

 Sin esa premisa, no hay desarrollo posible.  Este es  un proceso convenido por los dos Estados en sus territorios fronterizos colindantes, a través de acuerdos o tratados específicos, que tiene por objetivo propiciar su desarrollo sobre la base del aprovechamiento conjunto o complementario de sus potencialidades, recursos, características y necesidades comunes, proceso que así conceptuado,  constituye un componente central del progreso y fortalecimiento de la relación bilateral en su conjunto.

Comprende territorios, por lo general, con economías relativamente aisladas y deprimidas respecto al resto de territorio nacional, en su mayoría similares en el país vecino y con poblaciones dependientes las unas de las otras. Requiere de voluntades positivas.

Señor Presidente, el fracaso del modelo de desarrollo turístico pasado y presente debe despertarle inquietudes y sospechas, no se desarrollo una zona en una oficina (de Turismo), menos con asesoría externa  Turismo, si con las poblaciones, integrando  Jacmel (Haití),  en particular, fortalecer las ciudades, zonificar las aéreas productivas, proteger el capital natural (fauna, vegetación) y  las economías familiares de la zona, en particular con un plan de aprovechamiento monitoreado del bosque seco para responder a las necesidades de ambos lados de la frontera, pensar en ecoturismo  (lago Enriquillo y Sierras adyacentes) y construir ya los ecologista, con un sistema vial  que priorice  la Carretera Internacional.

Pensar en la rehabilitación del café en Polo y aprovechar las aguas sulfurosas de Duverge y Canoa.  Barahona debe terminar su Malecón y mudar las actividades industriales, despertar su cultura y preparar su gente. Ojala haya llegado la hora del Suroeste, no solo de Bahía de las Agüillas.

Amparo Chantada

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