Panorama electoral para el 5 de julio

Por Juan López

En pocos días, 7,529,932 dominicanos elegirán sus autoridades legislativas y presidenciales para el período 2020-2024.

Nuestra Constitución (Art. 209) establece que estas elecciones debieron realizar el pasado 17 de mayo. Pero, la grave crisis sanitaria que ha generado la pandemia del coronavirus (COVID-19), obligó a la histórica declaratoria del estado de  emergencia nacional, desde el pasado 19 de marzo, y a  posponerlas para el próximo 5 de julio.

En estas elecciones se escogerán 32 senadores y 190 diputados, de los cuales 7 son de ultramar, para representar a  las diásporas y otros 20 diputados al Parlamento Centroamericano (PARLACEN).

No obstante, el epicentro del proselitismo y principal objetivo político son las candidaturas presidenciales.

Están participando 27 partidos con 6 diferentes candidatos a la presidencia. La competencia política real se manifiesta en torno a tres bloques de partidos: Un bloque oficialista, PLD-Gonzalo Castillo con 9 aliados, y dos bloques de la oposición, PRM-Luis Abinader más  8 aliados  y FP-Leonel Fernández con 6 aliados.

Los candidatos presidenciales cumplieron con el mandato de la Ley No. 33-18 (Art. 24) al depositar en la JCE, en tiempo hábil, sus respectivos programas de gobierno para el cuatrienio 2020-2024.

Este es un panorama electoral muy sui géneris. Las diferentes campañas, tanto en sus formas como en sus contenidos, se distancian en mucho de todas las  anteriores campañas en nuestro país.

En el actual proselitismo político han desaparecido los mítines, las grandes marchas, largas caravanas de vehículos y las concentraciones multitudinarias, dando paso al uso intensivo de las vallas y afiches en árboles y paredes, en los medios de comunicación (radio, TV, periódicos tradicionales y digitales) e importantizando a las redes sociales.

Con el pretexto de la solidaridad con los afectados económicamente por el COVID-19,  resurgió la modalidad del clientelismo  y asistencialismo con propósitos de conquistar adhesiones entre los electores  ubicados en las franjas sociales más vulnerables de la sociedad.

Los costos de las campañas se han incrementado en altísimos porcentajes. Los estrategas de campañas de los bloques PLD-Gonzalo-aliados y PRM-Luis-aliados han desatado una inusitada guerra de encuestas, a los fines de inducir a una percepción y posicionamiento favorable.

Desde abril a la fecha, ya se han publicado unas 39 resultados de diferentes encuestas y sondeos, alternándose  en el primer lugar. Las empresas encuestadoras que gozan de mayor credibilidad han presentado, en forma sostenida, al bloque PRM-Abinader en el primer lugar.

Este sui géneris panorama electoral, provoca estas preguntas: ¿Habrá ganador de primera vuelta, el 5 de julio? ¿Será necesario realizar el balotaje previsto  para el 26 de julio?

En la próxima reflexión abordaremos las posibles respuestas a esas dos preguntas.

 

El Motín

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