Oficialismo califica de “alarmista” Iglesia Católica

Diputados de las diferentes bancadas que convergen en el Congreso Nacional difirieron sobre la carta del Episcopado Dominicana, en la cual la Iglesia Católica reafirma posición en contra de corrupción y pide castigos severos contra los funcionarios que falten a la moral y la ética durante el ejercicio de sus funciones.

El diputado por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Henry Merán, calificó de la carta del Episcopado de alarmista y totalmente desproporcionada con el trabajo que vienen desarrollando los poderes públicos.

Merán justificó sus pronunciamientos afirmando que en toda democracia y gobierno capitalista existen actores de los procesos gubernamentales que se desvían, como cualquier ser humano que no resiste la tentación de hacer uso de lo que no le corresponde.

Señaló que lo importante es que estos poderes públicos están combatiendo y persiguiendo de manera efectiva el flagelo de la corrupción: «Este es un tema que hay que llamar a la sensatez y a la prudencia y no definir unos niveles de alarma que no se corresponden con la realidad», aseveró.

Mientras que el legislador de Ultramar, Marcos Cross, indicó que la corrupción es un lastre en muchos países y consideró que la iglesia ha exagerado en la situación, debido a que están las leyes ahí, pero que la falta es cometida por el sistema de justicia, que está fallando en el castigo a la corrupción y que está maltratando la economía dominicana por falta de castigo a los que se llevan los fondos del pueblo

De su lado, Carlos Gabriel García, diputado nacional del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), dijo que la corrupción, tanto pública como privada, hay que enfrentarla y manifestó que un llamado como el que ha hecho la iglesia tiene que ser escuchado por las autoridades del Gobierno y el sector privado: «No hay corrupción en el sector público, si en el privado no hay una complicidad».

En ese sentido, Alberto Atallah, legislador por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), aseguró que si hay algo de consenso en el país y a nivel internacional es la percepción que indica que estamos entre los tres primero lugares de las naciones con más corrupción.

Aseveró que la carta de la iglesia es una muestra más de todas las voces que se han expresado en ese sentido y ha recogido el sentir de la población sobre esa problemática que no cesa por los escándalos repetidos en el tren gubernamental

«Lo que más preocupa es que no hay un tipo de acción ni del Ejecutivo ni de las instituciones llamadas a castigar la corrupción», explicó por lo que resaltó que tanto el comunicado del Episcopado y la declaraciones de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), establecen en un estudio que el 85% del país, es decir, 9 de cada 10 dominicanos y dominicanas no creen en la justicia dominicana.

Amaurys Florenzán

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