Por Andrew Simon
FORT MYERS, Florida – El martes, el manager de Minnesota, Paul Molitor, observó a Kenny Vargas mientras el boricua practicaba el bateo.
Pero el capataz de los Mellizos no se limitó a un rol de espectador. El Salón de la Fama y miembro del club de los 3,000 hits le hacía un recordatorio a Vargas antes de cada ronda.
«Si conectas cuadrangulares, trata de que sean líneas», le recalcaba Molitor.
Vargas, un inicialista de 24 años de edad que oficialmente mide seis pies y cinco pulgadas y pesa 275 libras, es bastante fuente, como lo demostró el miércoles al casi sacar una bola del Hammond Stadium durante la derrota de Minnesota por 2-1 ante los Rays. Por tentador que sea, Vargas no necesita redoblar su esfuerzo para mandar la bola por encima de la cerca.
«Tratamos de que sus prácticas de bateo no se conviertan en un festival de jonrones», dijo Molitor. «Con la falta de velocidad durante [las prácticas], puede hacer lo que quiera y salirse con la suya».
Molitor considera que los hábitos en las prácticas de bateo pueden afectar a un jugador de manera negativa en los partidos. Un swing que genera jonrones descomunales en las prácticas quizás no sea tan productivo cuando los turnos al bate verdaderamente cuenten.
Entonces, Molitor y los demás instructores del club le recuerdan constantemente a Vargas, al venezolano Oswaldo Arcia y a otros jugadores que les gusta usar las prácticas de bateo para sacar la bola del estadio que dichos jonrones «no significan nada».
Cuando se trata de un jugador con una habilidad innata para volarse la cerca, no es necesario que se esfuerce demasiado. En cuanto a la mecánica de Vargas se refiere, eso significa crear un swing que no «le dé la vuelta a la bola» y la mande foul.
«De vez en cuando, al final de tu ronda, es divertido hacer cosas para romper la monotonía de tener que perfeccionar tu arte», dijo Molitor. «Pero en general, no es la manera de mejorar como bateador».
Por lo tanto, Molitor se entusiasmó el miércoles, durante el sexto inning del compromiso ante los Rays, cuando Vargas – un bateador ambidiestro – empató la pizarra a una carrera por bando al enviar una recta cortada del zurdo Jeff Believeau por la línea del jardín izquierdo desde el lado derecho del plato.
Fue el cuarto cuadrangular de Vargas y su octava carrera producida en 47 turnos al bate en la pretemporada este año – y un recordatorio del daño que es capaz de hacer con el madero.
Agregar comentario