Mantienen en el suelo a 35 infantes con discapacidad en psiquiátrico

En el Hospital Psiquiátrico Padre Billini (mejor conocido como el 28), al menos 35 infantes con discapacidad físico mental, languidecen tirados en el piso frío de una habitación, sin recibir la más atención requerida por su condición de salud.

“Estamos en una nueva era de la psiquiatría dominicana. El capítulo manicomiano se cierra”,  sostuvo casi con lágrimas en los ojos la ministra de Salud, Altagracia Guzmán Marcelino, al dejar en funcionamiento tres modernas Unidades de Intervención en Crisis, en los hospitales Santo Socorro, en el sector Cristo Rey, Jacinto Mañón, en Los Girasoles, y Juan Pablo Pina, en San Cristóbal.

A esas precisiones, el doctor Ángel Almánzar, director del Departamento de Psiquiatría del Ministerio de Salud, agregó que la inauguración de las tres unidades “marcan un hito en el tratamiento de la salud mental en el país”.

No obstante, en el hospital que hasta la fecha es el principal centro de atención a la salud mental del Estado, en un cuarto con escasa ventilación, sucio y maloliente, los referidos niños y niñas se arrastran por el suelo día tras día, mientras el hospital carece de facilidades que puedan hacer sus existencias más soportables.

“El espacio es como un aula grande, con dos o tres persianas y un baño. Es algo deprimente”, contó una residente de la periferia del manicomio, quien pidió reserva de su nombre.

Explicó que los menores con distintas discapacidades físicas y mentales, principalmente paraplejia, son atendidos por tres mujeres sin ningún conocimiento para tratar personas con esas dolencias.

A la hora de asearlos los tratan con rudeza y los arrastran por el suelo sujetados de los brazos hasta el baño, ubicado en un extremo de la misma habitación.

Luego del aseo siguen en el piso, porque no tienen camas, ni colchonetas,  ni sillas de ruedas para acomodarlos. El personal de enfermería alega que no los acomodan en camas porque temen al riesgo de que se caigan y sufran otras lesiones que agravarían su cuadro clínico.

El centro también tiene dificultad para suplirles alimentos, por lo que en ocasiones los empleados piden comidas en los negocios del lugar para satisfacer esa necesidad.

El denunciante dijo que la administración del hospital ha informado que no recibe recursos suficientes para suplir la demanda de los enfermos y que con lo poco que le llega tratan de hacerlo lo mejor posible, todo

Redacción

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