El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó hoy a la capital de Kazajistán, Astaná, donde participará en una cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica (OIC, por sus siglas en inglés) y se reunirá con representantes de países productores de petróleo OPEP y no OPEP.
Maduro pretende plantear a estos interlocutores propuestas sobre la fijación del precio del petróleo, de cara a la cumbre de la OPEP que se celebrará el 22 de septiembre en Viena, en la que la organización podría prorrogar la decisión tomada en diciembre pasado de recortar la producción para incrementar los precios del crudo.
El ministro de Petróleo venezolano, Eulogio del Pino, ya ha participado en reuniones con países productores, y ha explicado que el objetivo es estabilizar los precios del petróleo y del gas.
Maduro llegó a Astaná acompañado de su esposa, Cilia Flores, que tiene el título de «primera combatiente», y fueron recibidos por miembros del Gobierno anfitrión.
La llegada de Maduro a Kazajistán fue transmitida por la televisión pública venezolana, VTV, y otros medios oficialistas, a los que el jefe de la revolución bolivariana declaró que viene a fortalecer un «diálogo de civilizaciones» y a «diversificar» las relaciones económicas de su país.
«Estamos en el desarrollo de una diplomacia multivectorial del mundo pluripolar, del nuevo mundo», dijo Maduro, que ha apostado por reducir la dependencia de Venezuela del dólar y de Estados Unidos tras las sanciones financieras dictadas por Washington el mes pasado por la supuesta deriva totalitaria del país caribeño.
Maduro ha sido invitado a la cumbre de la OIC en calidad de presidente del Movimiento de Países no Alineados.
El presidente y su comitiva había realizado antes una corta escala en Argelia, donde fue recibido por autoridades locales.
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