Por Leonel Concha Junior
Santo Domingo.– Siempre bien duros, e incluso a veces abusivos con los de abajo en los barrios pobres, a los agentes policiales suelen aflojárseles las canillas y vacilan a la hora de detener a bravucones de cierta «influencia» como el diputado Manuel Díaz, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), por Villa Altagracia.
Díaz, famoso por escándalos, tropelías y “pelas de lengua”, hasta en el Congreso, fue detenido a las 11:00 de la noche de este sábado mientras violaba el toque de queda y transitaba por la avenida 27 de Febrero con Winston Churchill.
Agentes de la policía lo detuvieron con una evidente borrachera pero, luego de que el legislador los amenazara hasta con cancelarlos, lo dejaron escabullirse.
El congresista andaba con una mujer, ebrio hasta la tambora, y sin permiso para transitar en medio del toque de queda.
Los policías, en lugar de cumplir con su deber y ponerlo tras las rejas, lo dejaron que se fuera dizque por la orden de un “superior”.
Hay que concluir que a los policías, usualmente muy “bravos” y “valientes” con los chiquitos, les faltó muñeca.
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