Las autoridades interrogaron y dejaron en libertad a Jesús Peña, quien se identifica como hermano de Rafael Antonio Díaz (alias Buche), principal acusado de la muerte del coronel Daniel Ramos Álvarez, quien se había entregado este jueves tras unas polémicas declaraciones sobre este caso.
Peña aseguró el martes a distintos medios que la muerte del coronel, quien era el comandante de la Policía Preventiva de Baní, fue fruto de una “componenda” entre los policías que le acompañaban durante el operativo y que, de acuerdo con un video, se marcharon del lugar sin prestar ayuda al oficial cuando éste cayó mortalmente herido al pavimento.
Agregó, además, que se trató de un complot entre dueños de puntos de drogas de Baní para afectar el negocio de Díaz, y que las autoridades están al tanto de las actividades de los traficantes de drogas en Baní, donde los narcóticos se comercializan de manera “libre”, afirmó.
Tras entregarse hoy a la Policía y ser esposado, Peña dijo temer por su vida, al tiempo que argumentó que lo único que hizo fue repetir informaciones difundidas por algunos medios que no identificó y declaraciones del senador de Peravia, Wilton Guerrero, sobre lo ocurrido.
“En este país uno es libre de expresarse y yo simplemente expresé lo que se comenta en las noticias y lo que Wilton dijo”, apuntó en declaraciones a la prensa.
Sin embargo, poco después, tras ser interrogado, el hombre fue despachado, sin que las autoridades informaran sobre lo tratado.
El ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, advirtió ayer de que Jesús Peña sería llamado a declarar.
En declaraciones a la prensa, Fadul dijo que Peña “arrojó una serie de informaciones y de acusaciones que deben ser verificadas”.
Por el caso están imputados Díaz, así como Luis Miguel Santana y/o Walter Antonio Moreta Villalona (alias El Chamo) y Steven Milciades Ruiz González (alías Chiquito y/o Malafé), contra quienes el Ministerio Público ha pedido 18 meses de prisión preventiva.
El coronel era el comandante de la dotación policial de esa ciudad y murió el 10 de enero por las heridas sufridas en el lugar, ubicado en el barrio Santa Cruz de Baní.
De acuerdo al informe preliminar de la Policía, el oficial fue recibido a tiros por quienes operaban un punto de venta de narcóticos.
Sin embargo, el senador por la provincia Peravia, Wilton Guerrero, dijo el jueves pasado que el coronel Ramos Álvarez fue víctima de una “emboscada”.
Al intervenir en la sesión de la Cámara del Senado, Guerrero pidió al jefe de la Policía Nacional, Ney Aldrin Batista, designar una comisión que investigue a los agentes que acompañaban a Ramos Álvarez al momento de la acción.
“Creo que el coronel Ramos fue llevado a una emboscada, deben haber varios involucrados”, señaló.
De acuerdo con el legislador, el coronel era “el único que estaba combatiendo la delincuencia y el crimen organizado (en Baní)”, al tiempo que aseguró que la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) se dedica a cobrar “peaje” a los narcotraficantes en esa zona.