RedacciónSobre la situación actual de la justicia en el país, Emanuel Esquea Guerrero, manifestó que es de la tendencia de que los jueces de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), y las demás altas cortes sean inamovibles como establecía la Constitución del 1994.
En tal sentido, Esquea Guerrero recordó que la inamovilidad de los jueces fue auspiciada por el doctor José Francisco Pena Gómez y el doctor Joaquín Balaguer, a la sazón presidente de la República.
afirmó que la SCJ y las altas corte son instituciones que la ejercen hombre y mujeres que tienen sentimientos, debilidades y sus preferencias, lo que no significa que siempre vayan a seguir el mandato de una persona determinada, por encima de su conciencia y lo que sus principios le obliguen.
Expresó que favorece que se deben buscar para administrar justicia a personas independientes y de principios, incluyendo un procurador que no sea designado por el presidente de la república, como plantea Luis Abinader, resaltando que en la sociedad existen mayoría de personas honestas.
Sobre caso Odebrecth
El dirigente político manifestó estar de acuerdo con la decisión de la Suprema Corte de Justicia de enviar a cinco de los seis imputados por el caso Odebrecht al tribunal ordinario, manteniendo en la denominada “instancia privilegiada” al restante por ser Senador, ya que, con dicha decisión, opera con justicia.
Justifica su posición, en que mantener en la “instancia privilegiada”, a quienes no tienen los requisitos constitucionales para ello, significa violarles sus derechos de defensas en los cuatro distintos grados ordinarios de justicia: primer grado, apelación, casación y la posible inconstitucionalidad, lo que no permite el juicio en la instancia de privilegiado.
Sin embargo, dijo que, si la corte se declara incompetente para conocer el fondo del expediente, como lo hizo, también debió anular la decisión del juez de instrucción, reiniciando como no conocido dicho caso, independientemente del buen trabajo que a su juicio realizado el juez Ortega Polanco en la etapa que le correspondió evaluar el caso.
Sobre la JCE.
Enmanuel Esquea Guerrero aseguró que la Junta Central Electoral (JCE) como pleno, como cuerpo, alberga las mejores intenciones, pero él percibe que muchas de las decisiones tomadas por ellas son hasta contradictorias con otras y con el espíritu arbitral que debe primar en ella, le han creado que el pueblo le reduzca la confianza, las que debieron ser evitados.
Dijo que en todos los tiempos, las elecciones y los procesos políticos, son delicados y la JCE es un árbitro, no parte del proceso, y esta Junta es tan beligerante que pareciera como que es parte del mismo.
Citó el caso de la contratación de la firma Deloite, antes de comunicárselo a los partidos, luego fue publicado en la prensa que IFES iba a ser la auditoria y que esta había sido constatada en noviembre, pero ahora que se le informa al pueblo.
Sin embargo, apuntó que esta JCE es la que tiene y debe dirigir las próximas elecciones, por lo que nadie debe pensar en minar su trabajo e intentar su sustitución, pero consideró que la misma debe ser mas enérgica en aplicar sus atribuciones
