Por Jorge Cordero
Como cualquier organización seria, nuestro partido requiere de una reingieniería que le ayude a mejorar muchos aspectos de su estructura y visión.
El IX Congreso ordinario sin nombre aún, se presenta como esa oportunidad que no debería ser desaprovechada, ya que la situación política de la República Dominicana y del mundo se tornan cada vez más complejas y demandan de organizaciones modernas, capaces, comprometidas y honestas que interpreten adecuadamente las nuevas realidades. Se requiere tener instituciones vigorosas con líneas de actuación definidas frente a los diferentes retos que se vienen presentando, algunos de extrema gravedad, como la pobreza, la crisis medioambiental y sanitaria que amenazan la supervivencia humana y muy por supuesto también la de los dominicanos.
El PLD tiene que reconstruirse, dinamizarse y convertirse en un partido funcional que represente los mejores intereses del pueblo dominicano. Para ello es necesario, hacer un Congreso reflexivo que corrija los males profundos que nos aquejan y que de manera pragmática continúe lo que esté bien, y haga cosas nuevas, de tal manera que estemos preparados para volver al gobierno en el año 2024.
Para que el IX Congreso nos salga redondo, es menester que este no se realice de forma apresurada, pues correríamos el riesgo de hacer un evento en donde solo prime el afán de ascensos en el organigrama partidario, o el de permanecer en la dirección a cualquier precio, obviando así los asuntos nodales. Para eliminar perturbaciones innecesarias sería conveniente esperar a que se asentaran sentimientos y actitudes negativas que serían muy difíciles de gestionar de forma inmediata. No poderlas contener, nos alejará de la prudencia y la racionalidad tan necesarias en el tiempo político que corre. Para lanzarnos a las aguas procelosas del cambio, deberíamos hacerlo con la cautela de los viejos marineros quienes antes de salir a navegar, observan con mucha cautela el estado de la mar para garantizar una singladura sin contratiempos.
El Congreso debe ser un foro vivo, democrático, transparente y moderno en donde nos definamos como una fuerza de centro izquierda, que acoja los preceptos más avanzados de la democracia social mundial y ponga en valor lo mejor del pensamiento boschista.
ANTES HAGAMOS UN PRECONGRESO
Y aunque el Congreso ya está pautado para iniciarse el 4 de octubre del año en curso, no obstante, sugiero con toda humildad en mi condición de simple militante del PLD, que dicha fecha sea reconsiderada y en vez de que concluya el 15 de diciembre, por el contrario, esta sea el calendario de inicio , debiendo tener como conclución el 30 de marzo de 2021.
Para hacer provechoso lo que resta de este año y aportarle calidad a nuestro Congreso, sería conveniente que hiciéramos un precongreso que entre muchas cosas, haga una profunda profilaxis al abultado y falso padrón de la organización. Realizar talleres, charlas y conferencias, de tal manera que la organización aproveche al máximo las energías de todos sus componentes. Es nuestra responsabilidad histórica, hacer del IX Congreso un evento robusto y consistente que amplíe el futuro del Partido de la Liberación Dominicana.
En el precongreso, deberíamos abordar sin excusas el tema de quiénes son realmente militantes, miembros y simpatizantes del PLD. Para nadie es un secreto que tenemos una membresía que tiene más de 20 años, cuya única vinculación con el PLD es un sentimiento y estar inscritos en una «mascota» y /o la de participar en los procesos electorales haciendo el valioso trabajo de agitadores o buscadores de votos, cualidades de suma importancia para ganar procesos electorales, pero de escasa utilidad para participar en nuestro Congreso.
No podemos permitir bajo ninguna circunstancia, que el dinero o intereses ajenos a nuestro proyecto puedan pervertir el resultado de nuestro Congreso, eso sería mortal para la organización.
Debemos hacer un congreso transparente y fiable en donde solo participen estructuras y dirigentes reales, comprometidos y conocedores de la trascendencia del propósito histórico del PLD , de tal manera que pueda surgir una organización más fuerte e invencible adaptada a los nuevos tiempos en donde se preserve lo mejor de lo viejo y se promueva lo mejor de lo nuevo.
*El autor es militante del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
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