Gregorio García castro yace muerto. En otro ángulo, en sus días de ejecutivo del periódico Última Hora.

El crimen de Gregorio García Castro, un caso inconcluso

Por José Manuel Vargas

Gregorio García Castro (Goyito), fue un destacado periodista, y comunicador social. Jefe de Redacción del hoy desaparecido periódico vespertino Última Hora.

El miércoles 28 de este mes de marzo de 2024, se cumplieron 51 años de su asesinato a tiros – a quemarropa, con alevosía y premeditación – la noche del miércoles 28 de marzo de 1973, en la calle Las Mercedes, próximo a la calle José Reyes, de la Zona Colonial del Distrito Nacional, capital de la República Dominicana.

García Castro destacó en los años 70 a través de los escritos que publicaba en su columna fija «En un tris», que tenía en el mencionado periódico.

Con contundencia, dureza y firmeza, denunció (y condenó), tanto los asesinatos selectivos de connotados dirigentes de la izquierda revolucionaria de nuestro país, así como también las innúmeras tropelías cometidas por el denominado «Frente Democrático Anticomunista y Antiterrorista (La Banda)», organización esta paramilitar, creada por la inteligencia norteamericana, con el propósito de la profundización del plan de contrainsurgencia, después de la acción del secuestro del Coronel Donal J. Crowley, Agregado Militar de la embajada de Estados Unidos en nuestro país.

Y que, además, operó contando con el absoluto respaldo de la Jefatura de la Policía Nacional, en ese momento, bajo la dirección del General, EN, Enrique Pérez y Pérez.

Bueno es dejar precisado que, él, al hacer esas denuncias pública, estaba enfrentando al aparato de la inteligencia militar norteamericana en el país.

Fue víctima de la pugna de poder que en ese entonces sostenían dos poderosos grupos militares. Uno, encabezado por el general policial Neit Nivar Seijas y el otro dirigido por el general del Ejército Nacional, Enrique Pérez Pérez.

Altos oficiales militares, ambos, que siempre en su accionar, contaron con el apoyo, el beneplácito y respaldo del doctor Joaquín Balaguer, a la sazón presidente de la República. De no haber sido así, los hubiese puesto en situación de retiro definitivo de las filas de las Fuerzas Armadas.

El Motín

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