Corrupción, ¿hasta cuándo?

POR ALBERTO QUEZADA

En la República Dominicana  hay entronizada desde el mismo momento de su fundación, una  cultura mafiosa alrededor del Estado y los gobiernos, que parece ser una maldición imborrable  dejada por los colonizadores.

Es increíble que por más esfuerzos que se hagan  para reducir o erradicar la corrupción de Estado desde el  Gobierno, todo, pero todo absolutamente, parece resultar  insuficiente.

Desde el 1492 a la fecha, la historia de nuestro país al igual que la del Continente  Americano, ha sido de saqueo, depredación y robo del patrimonio nacional, de parte de las mafias locales y extranjeras.

Si se quiere entender la dimensión y el malestar provocado por este fenómeno por estas  tierras americanas,  sólo basta con leer la extraordinaria obra  del escritor uruguayo Eduardo Galeano ¨Las venas abiertas de América Latina.

Esta cultura de mafias, bandas, carteles y grupos económicos, políticos y sociales enquistados  en los diferentes estamentos del Estado,  han sido una constante en el pasado, pero lo ha sido con más fuerza  en esta época posmodernidad.

Hago esta reflexión  porque sueño con una República Dominicana del siglo XXI, fuera del control de esta desgracia que mantiene castrado el desarrollo material y espiritual  de este bello pueblo.

Anhelo que desaparezcan de nuestra vista las empresas mineras  que explotan   nuestras riquezas nacionales en condiciones desfavorables a los intereses de los dominicanos. Se comen el filete y nos dejan los huesos.  

Deseo profundamente dejar de ver por estos lados, el accionar mafioso de una multinacional como ODEBRECHT que sobrevaluó  los costos de construcción de las obras civiles,   dejando a miles de niños dominicanos sin vacuna y leche para asegurarle un desarrollo sano.

¿Cuándo nos quitaremos de encima a un grupo de sanguijuelas  que pululan en los principales partidos políticos que van a las instituciones públicas  a depredar su presupuesto mediante mecanismos mafiosos revestidos de  apariencia  legal y solo nos dejan hambre y pobreza?.  

Y finalmente, ¿cuándo se extinguirá de nuestra presencia  esta pesada carga  de injusticia e impunidad que nos mantiene postrado por los siglos de los siglos en el subdesarrollo más abyecto e inexplicable?. Cuándo?!.

El autor es periodista y magister en derecho y relaciones internacionales. Reside en Santo Domingo. Quezad.alberto218@gmail.com 

El Motín

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