Cinco hábitos que pueden provocar el efecto pechos caídos

No nos gusta tocar temas “deprimentes”, pero lo cierto es que a veces, la caída del pecho es inevitable. Tener un bebé, la lactancia materna y acumular cumpleaños pueden contribuir a la pérdida de elasticidad del colágeno (el tejido conectivo debajo de la piel), e influir en que las mamas cada vez sean más flácidas, menos firmes. Sin embargo, la caída del pecho también puede deberse a la genética. Vaya, que si tu madre tiene los pechos caídos, ya puedes imaginar el pronóstico de los tuyos (¡gracias, mamá!).
Pero hay más: Algunos hábitos, que a priori no tendrían que afectar, sí lo hacen. Y vamos a identificarlos para que los evites y tus pechos no sufran la ley de la gravedad. Y teniendo en cuenta un reciente estudio de UCLA en el que se descubrió que el tejido mamario envejece dos o tres años más rápido que el resto del cuerpo, es posible que te interese cambiar algunas cosas.

1.Dieta yo-yo. Los pequeños cambios de peso pueden que no hagan mella en el conjunto de tu cuerpo. Pero las dietas yo-yo, con efecto rebote, sí que pueden pasar factura a tus pechos. Cada vez que ganas y pierdes peso, el tejido mamario se vuelve más flácido.

2.Fumar. Ni tus senos escapan del daño que provoca el tabaco. Da igual cuánto fumes, ese hábito tan dañino debilita y envejece la piel al disminuir el suministro de sangre a la superficie.

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3. No ponerte crema solar. Ya sabes que la exposición del rostro a los rayos UV sin protección puede provocar arrugas y manchas prematuras, pero es que también puede acelerar la caída de tus pechos. El escote está muy expuesto a los rayos del sol, y sin la protección adecuada, acaba luciendo un colágeno menos firme y una piel dañada.

4. El uso de un sujetador sin sujeción. Por muy inverosímil que suene, son muy habituales.  Pero si el sujetador sin aro que llevas durante el día o el top deportivo que te pones en el gym no sujetan como deben, tus pechos se acabarán cayendo. El punto está en que, cuanto más rebotan, más colágeno pierden y por tanto, más flácidos se vuelven. La solución es tan sencilla como comprar un sujetador apropiado para la forma de tus pechos.

5. Los entrenamientos de alto impacto. La investigación es escasa en este sentido, pero algunos expertos dicen que los movimientos repetitivos hacia delante y hacia atrás cuando corres o cuando sudas en tus entrenamientos pueden conducir a una descomposición del colágeno de la mama. Lo importante es proteger tus pechos del impacto del movimiento y adoptar buenas posturas cuando hagas ejercicio.

Redacción

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