Antes de los 100 días… ¡malas señales!

Por Juan López

Por tradición, en los primeros 100 días de un gobierno, el liderazgo de la oposición “baja el perfil” y reduce a su mínima expresión los posibles cuestionamientos en espera de las señales que se enviarán a través de las primeras ejecutorias. Son los días propios de la “luna de miel” entre gobernantes y gobernados; pero… ¡en vigilante atención!

En los primeros 56 de esos 100  días de gracia (17 de agosto al 24 de noviembre) el gobierno del PRM-Abinader está enviando señales contradictorias que evidencian novatadas políticas, inexperiencia gubernamental y lamentable olvido de las erráticas y frustratorias medidas económicas implementadas por dos gobiernos del PRD:

  1. El nefasto paquetazo de impuestos negociado a escondidas por el “escuadrón de la muerte” del gobierno del PRD-Jorge Blanco, lo cual produjo las violentas pobladas de abril del 1984 con cientos de presos, heridos y muertos, un drástico deterioro en la calidad de vida de los dominicanos y revivió políticamente al Dr. Balaguer, facilitando su retorno al poder por 10 años.

2.      Las pésimas disposiciones económicas que, a partir del 2002, ejecutó el gobierno del PRD-Hipólito Mejía que arruinaron al país, con carestía y altísimos precios de los productos de la canasta familiar, una vertiginosa devaluación del peso dominicano y un profundo déficit cuasi fiscal por miles de millones de pesos que las presentes y futuras generaciones pagaremos durante varios años.

Ahora, ignorando esas pesarosas experiencias, el PRM-Abinader quiso sorprender a la población al presentar un proyecto de Ley de Presupuesto General para el año 2021 deficitario y basado en un alto porcentaje de ingresos financiados y provenientes de un “paquetico” de impuestos que, subrepticiamente, pretende aplicar, cual “palo acechao”, procediendo igual que en 1984.

Argumentando las crisis generadas por la pandemia del COVID-19 para el gobierno, (olvidándose  del  impacto de esas crisis en los aspectos económicos y sociales de la población), el PRM-Abinader se despachó con la colocación de bonos (préstamos) por  3,800 millones de dólares y otros 500 millones de dólares, con los cuales incrementará en forma significativa el endeudamiento del país, que tanto criticó cuando era oposición.

A la ya pesada deuda pública se le agregarían los recursos que generarían los impuestos a varios renglones:

a) Para las compras en dólares con tarjetas de crédito o débito, b) al salarios 13 (doble sueldo de Navidad), c) a los servicios de internet, netflix, youtube, d) a los servicios de celulares, e) a las personas jurídicas sujetas a ISR sobre las ganancias extraordinarias, f) por constitución de sociedades, g) al Impuesto Selectivo al Consumo para máquinas y aparatos acondicionadores de aire.

Todos esos impuestos (una especie de reforma tributaria “sin pacto”, disimulada y solo para recaudar) afectarían directamente a las diferentes franjas de la clase media, lo cual aumentaría la inflación  y por vía de consecuencia se daría un rudo golpe a los sectores sociales que viven en las condiciones más vulnerables de nuestro país.

Con esas inapropiadas e inoportunas propuestas de préstamos y el “paquetico” de impuestos, preguntamos: ¿Quieren reeditar las negativas experiencias de los dos gobiernos anteriores del PRD? ¿Los tecnócratas y asesores económicos del  PRM-Abinader piensan que el pueblo sería indiferente, pasivo y que se saldrían con las suyas, indemnemente?

¡Ahí se equivocaron medio a medio!  A esas malas señales, antes de cumplir sus primeros 100 días de gobierno,  ¡el pueblo sabrá contestar!

Desde ahora y hasta que no corrijan sus erráticos propósitos y sus novatadas, se volverá a poner de moda el pegajoso merengue ¡Se Van! en todo el país.

También  se cantará en pacíficas marchas, visitas al palacio, actividades en la plaza de la bandera, cacerolazos, etc., y en los medios de comunicación y redes sociales, aunque no quiera, el gobierno del PRM-Abinader  escuchará una nueva  canción: ¡Y el Cambio Pa’ cuándo?

El Motín

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