La pareja de esposos políticos Aura Celeste Fernández y Guillermo Moreno.

ANÁLISIS: Estos si que son unos «vacanos», los Moreno-Fernández

Por Johnny Arrendel
Guillermo Moreno comenzó su carrera en el servicio público como uno de los ayudantes fiscales en la gestión del fiscal Alexis Joaquín Castillo, en el gobierno reformista de Joaquín Balaguer.
Luego se acerca al abogado Abel Rodríguez del Orbe, relacionado cercano del recién electo presidente Leonel Fernández, quien le nombra fiscal del Distrito Nacional en 1996.
Sale del gobierno, destituido por un encontronazo relativo al expresidente Joaquín Balaguer, aunque los letrados Vincho Castillo y Manuel Sierra expresan críticas en torno a algunas relaciones sospechosas con determinados personajes oscuros que tenía el fiscal Moreno.
Cuando Leonel vuelve al poder, designa a su esposa Aura Celeste Fernández como presidenta del Comisionado de Reforma a la Justicia.
Moreno fue candidato presidencial del Miuca, y los casi nueve millones de pesos que le entregó a ese partido la Junta Central Electoral fueron gastados sin soportes contables, por lo que tanto el como los directivos fueron sometidos por el abogado Carlos Barcacel.
Luego, Aura Celeste fue a la Junta Electoral por segunda vez y después designada en la Sala Electoral de ese organismo y como directora de la Escuela del Ministerio Público, pero cobraba al mismo tiempo la pensión como ex miembro de la JCE.
Allí ella adoptó una de las principales herramientas de esta pareja para poner distancia entre ellos y los demás: renunciar públicamente a determinados beneficios del cargo, y presentar a los otros miembros como unos aprovechados. Pero no fue así cuando se acogió a su pensión, la misma que hoy disfruta.
Cuando Leonel Fernández estaba en la oposición e Hipólito Mejía en el poder, Aura Celeste y Moreno le pidieron becar a sus hijos para estudiar gratis Derecho Internacional y Comercio Exterior,  luego auspició Leonel unas becas en el extranjero para ellos.
Esos muchachos no solo fueron becados, sino que se les designó en el servicio exterior del país, privilegios que solo obtienen personas con buenas conexiones y no la gente simple del pueblo.
 Cuando fueron a despedirlos al aeropuerto, los esposos Moreno Fernández dieron gracias hasta la saciedad a Leonel y afirmaron que el Presidente era «la mejor persona del mundo».
Todo el tiempo Moreno afirma que sus hijos son diplomáticos «por su capacidad», sin recordar cómo fue que consiguieron las becas y que si están nombrados es por ser hijos de dos figuras influyentes.
Recordemos que Moreno fue candidato presidencial al mismo tiempo que Aura Celeste fue parte de la JCE, en un claro conflicto de intereses.
Los esposos Moreno Fernández si que son unos ‘vacanos’, toman sus privilegios, pero se presentan como héroes de la lucha por la igualdad y la transparencia.

El Motín

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