Por Carlos C. Rodríguez
Como ciudadano les regalo el siguiente servicio público, esta vez en forma de reporte de una conducta inconsciente y poco amigable para labor de preservar la salud. Se trata de una práctica nociva por parte de agentes policiales; y no supervisada por el área responsable de vigilar la salud dentro de la propia institución.
Está muy bien que quizás enfocados en prevenir que personas rebeldes y desaprensivas quemen neumáticos durante motines y actos de protesta, los agentes destacados en el puesto policial de la Cayetano Germosén, ubicado abajo del Mirador Sur o Avenida de la Salud, a la altura del km. 9 de la Independencia, así como los de otros lugares del país, se incauten de los neumáticos desechados o «gomas» de vehículos abandonadas.
Lo malo es que hagan lo contraindicado al almacenar en el traspatio o parte trasera del cuartel a cielo abierto, esas «gomas» sin sellarlas con cinta adhesiva, y que así las conviertan en cachivaches, contenedores de aguas claras o en peligrosos criaderos o reservorios del mosquito Aedes aegipti, mismo que transmite el dengue, la chikungunya y el Zika. Se trata de enfermedades que, por su gran transmisibilidad pueden contagiar, enfermar y hasta matar a los mismos policías o a personas que estén detenidas en el destacamento.
En caso de carecer de la posiblidad de almacenar debidamente esas «gomas» la Policía debía entregarlas a algún organismo oficial competente que las incinere o destruya e impida que cada uno de esos neumáticos se constituya en un criadero del peligroso mosquito o vector transmisor de las referidas enfermedades.
Recuerden el útil y sabio manifiesto puesto al aire hace algunos años por el propio Ministerio de Salud para ayudar a prevenir el dengue:
«En cualquier tiestico nacen mosquitos».
¡Entonces, «Comandos», lo inteligente es eliminar criaderos; no crearlos!
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