LOS ÁNGELES — El púgil mexicano-estadounidense, Carlos Balderas, cumplió parte del sueño que tiene desde que se inició en el boxeo a los siete años de edad: participar en unos Juegos Olímpicos. No obstante, ésa no es la meta con la que se conforme tan fácilmente. Clasificado para Río de Janeiro 2016, Balderas va a por todas y su deseo es el de regresar a la ciudad californiana de Santa María con una presea de oro bajo el brazo.

«No voy a estar mirando más adelante. Voy por el oro. Creo que sí puedo, si compito bien… he estado entrenado muy fuerte y muy duro», afirmó a ESPN Deportes durante su estancia en Los Ángeles con parte del equipo que representará a Estados Unidos en Río de Janeiro. «Mi objetivo es llegar allá, mantenerme enfocado. De aquí a Brasil mi entrenamiento es más serio. Estoy agregando muchas cosas. Llegar allá es tomarlo día a día. Sé que esto es muy importante para mí y mi familia, estoy entrenando muy duro, como no se imagina, estoy comiendo mejor y haciendo muchas cosas diferentes. Creo que puedo regresar con la medalla».

Con 19 años de edad, Balderas se convirtió en el primer boxeador masculino estadounidense en clasificarse para Río. Su historia es la de un joven de primera generación cuya familia arribó a EEUU y pasó por momentos difíciles, es por ello que su clasificación a los Juegos tiene una carga emotiva.

«Mi familia viene de pobreza muy mal y esto sería muy grande para ellos. Si les puedo responder con una medalla», confesó antes de relatar cómo se inició en el boxeo.

«Desde la edad de siete años yo siempre estuve peleándome en las calles, en la escuela me estuvieron suspendiendo. Siempre estaba metiéndome en problemas y creo que siempre tenía algo especial para el deporte del boxeo. Creo que mi familia y mis tíos y mis entrenadores querían algo diferente para mí. Ellos de jóvenes tuvieron muchos problemas con la violencia y las pandillas, querían algo diferente. Creo que la razón del boxeo es para que tengamos un mejor futuro y no ir por el mismo camino que ellos llevaron», argumentó.

Gonzalo Aguirregomezcorta