El MotínUCRANIA.-Tras la decisión de Estados Unidos de poner fin a su apoyo a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa, desatada por Putin hace poco más de tres años, la administración Trump ha movida ficha y ha cortado el apoyo vital a las capacidades de interferencia de los cazas F-16 entregados a Kiev.
Este paso podría privar a la Fuerza Aérea ucraniana de una contramedida aérea crítica. Sin embargo, como escribe el analista de Forbes David Ax, los ucranianos no son impotentes y pueden trasladar la carga de las interferencias aéreas a los cazas franceses Dassault Mirage 2000.
La Fuerza Aérea de Ucrania está aprovechando al máximo la capacidad de los F-16 equipados con cápsulas AN/ALQ-131 para inundar las pantallas de radar rusas con ruido electrónico, según resalta el oprtal Ukraine Today.org. Estas actúan como «defensas aéreas volantes» con tecnología avanzada de alerta de misiles, señala el Equipo de Inteligencia de Conflictos.
La Fuerza Aérea rusa puede, sin embargo, evitar las interferencias reprogramando sus radares a frecuencias diferentes. Ante esto, la Fuerza Aérea de Biden pudo seguir el ritmo de la adaptación rusa modificando constantemente las frecuencias AN/ALQ-131, pero ahora, bajo el gobierno de Trump, los pilotos ucranianos no reciben actualizaciones y los programas podrían quedar obsoletos pronto.
Frente a esto, el analista de Forbes señala que los Mirage 2000 franceses están equipados con sus propios bloqueadores potentes y los estadounidenses no están involucrados en su programación. Estos cazas, en servicio en la Fuerza Aérea Francesa, vuelan con una combinación del receptor de alerta de radar Serval, el inhibidor Sabre y el dispensador de bengalas Eclair. Este sistema era de vanguardia en la década de 1980, pero en una generación se quedó atrás.
“Reconociendo esta debilidad y comprendiendo la gravedad de la amenaza de los misiles rusos sobre Ucrania, el Ministerio de Defensa francés prometió instalar nuevos contramedidas electrónicas en los Mirage 2000 antes de entregárselos a Ucrania. El ministerio probablemente tenía en mente el Sistema de Contramedidas Integradas Mark 2, predominantemente analógico, o el Sistema de Contramedidas Integradas Mark 3, totalmente digital”, señala Ax.
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