El presidente Luis Abinader al anunciar el retiro del proyecto de reforma fiscal.

Retiro proyecto reforma fiscal desactiva «bomba social» estallaría contra el gobierno

Santo Domingo. -El presidente Luis Abinader Corona actuó con sabiduría al retirar el impopular proyecto de reforma fiscal que había enviado al Congreso para aumentar el cobro de impuestos a la población, sobre todo que gravarían a los menos pudientes y terminaría con la agonizante clase media dominicana.

La oposición política había tomado el tema como bandera de sus ataques contra el gobierno, lo que estaba calando hondamente en la población. No era para menos, contemplaba impuestos a los artículos básicos como la comida, el transporte, las viviendas y hasta las iglesias.

La gripe que en estos días azota a los dominicanos a consecuencia del cambio climático fue bautizada como «la reforma». Ya tu sabes!

Desde que se hizo el anuncio de que el presidente hablaría este sábado al país, se estimó que algo andaba mal y que el polémico tema de la reforma no estaría fuera de este discurso. Así fue, el mandatario echó para atrás una reforma que presagiaba nubarrones negros en el panorama político dominicano.

Dicen que Abinader es experto creando y resolviendo sus propias crisis. El Estado, eso es innegable, necesita recursos para justificar el presupuesto de más de un billón de pesos proyectado para el 2025. ¿De dónde saldrán? esa es una pregunta por resolver el país no aguanta más préstamos y la población agoniza bajo el peso de una profunda crisis económica.

ABINADER RETIRA REFORMA FISCAL

El presidente Luis Abinader manifestó este sábado, en un mensaje a la nación, que siempre ha sido fiel al principio de que en una democracia se puede conseguir todo con el pueblo, pero nada contra el pueblo, por lo que está procediendo a solicitar el retiro inmediato del proyecto de Ley de Modernización Fiscal, de la agenda del Congreso Nacional.

En un emotivo y esperanzador mensaje al pueblo dominicano, el mandatario expresó que la voz del pueblo ha llegado hasta sus oídos, que escuchó sus inquietudes, sus reservas, sus preocupaciones y ha sentido el pulso de la nación en cada rincón, en cada conversación, en cada espacio donde su voz ha resonado, y entiende que la propuesta de Ley de Modernización Fiscal no cuenta con el consenso necesario para ser aprobada.

«Un verdadero gobierno democrático no teme enmendar sus decisiones cuando escucha al pueblo, porque escuchar es un signo de fortaleza. Y yo soy un presidente que escucha. No estoy aislado, no vivo en una burbuja», expresó el mandatario.

También, agregó: «Leo los diarios, escucho la radio, veo la televisión, me reúno con todos los sectores, reviso las redes sociales, recorro el país; y además de ser presidente, soy un ciudadano, hijo, hermano, esposo, padre, amigo, alguien que como tú puede escuchar el ritmo colectivo de la inconformidad».

Sostuvo que “en el pasado, al compás de esos toques,defendí la democracia. Ahora también los siento y los escucho. Antes y ahora los valoro igual”.

El gobernante expuso que esto implicará ajustar el alcance de los planes de desarrollo que había planteado y construir alternativas aceptables para lograr la República Dominicana que queremos.

Aseguró que, con esta decisión, confirma que el Gobierno está conectado con la realidad de su gente, actúa con responsabilidad y, sobre todo, con sensibilidad, siempre buscando el bienestar de la mayoría.

«Estoy convencido de que nuestra democracia debe ser un diálogo constante, una conversación en la que cada voz cuente y cada opinión tenga su peso. La democracia no es, ni debe ser, un monólogo ni una práctica de cada cuatro años», sostuvo.

La democracia, insistió, es y debe ser el intercambio permanente entre el pueblo y sus gobernantes. «En este sentido, nuestra práctica ha sido siempre coherente: proponer, escuchar y, si es necesario, rectificar. Corregir es reconocer que las decisiones -aunque sean bien intencionadas- deben cambiarse, cuando no respondan a las posibilidades y expectativas de la gente».

El presidente Abinader dijo que cumplió con su responsabilidad presentando al país un plan integral de cambios estructurales que incluyen la aprobación de una Ley de Responsabilidad Fiscal que, por primera vez en la historia, pone un objetivo de deuda a mediano plazo y un techo al gasto del Gobierno.

Una propuesta, añadió, de fusión y eliminación de ministerios, direcciones e instituciones que representarán importantes ahorros y mayor eficiencia de la gestión pública, que fue compartida hace tres semanas atrás; y ahora, se completaría con la aprobación de una Ley de Modernización Fiscal, pero que esta última iniciativa, como se ha podido observar, no recibió el apoyo ciudadano.

Además, reiteró que la propuesta de la Ley de Modernización Fiscal que presentó el equipo económico del Gobierno ante el Congreso, para su debate y consenso, no surgió de la improvisación o de un capricho personal, sino del más profundo sentido de responsabilidad hacia el país.

El jefe de Estado expresó que este mensaje dirigido al pueblo dominicano va más allá de cifras, leyes y tecnicismos; más bien es un mensaje de sinceridad, de humildad y, sobre todo, de compromiso. Un mensaje honesto, como siempre ha creído debe ser todo acto de servicio público.

Reafirmó su convicción de que la transparencia y la verdad son los pilares sobre los que se debe construir el futuro. Consideró que este es un momento crucial, y dijo que ha asumido este desafío con el convencimiento de que se debe actuar ahora para garantizar el bienestar de las generaciones que están por venir.

«Esta obligación que otros eludieron para proteger su popularidad política, la asumimos nosotros con responsabilidad y valentía para garantizar la sostenibilidad de la economía dominicana. Lo hicimos convencidos de la necesidad de un cambio estructural que redujera la dependencia del endeudamiento externo y aumentara nuestra capacidad de financiar las soluciones a tus problemas de seguridad, agua potable, electricidad, salud y transporte; y para eliminar distorsiones y privilegios», manifestó el gobernante.

Expuso que no será fácil resolver cada uno de estos problemas si la República Dominicana sigue siendo unos de los países con menor recaudación de impuestos y con uno de los gastos públicos más bajos de América Latina.

El presidente Abinader concluyó su locución reafirmando que, como siempre, seguirá trabajando junto al pueblo dominicano, para que la República Dominicana siga avanzando con justicia, equidad y prosperidad para todos.

El Motín

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