Por Rafael Méndez
De ahí que tengo que recrear el contexto en el que se produce, de acuerdo al famoso abogado español Baltasar Garzón, “por la década de los 40 cuando la baronesa les pregunta a sus diferentes criados preguntando: ¿Cómo van las cosas?
“El servicio responde siempre: “No hay novedad, señora baronesa”, si bien en cada interlocución las cosas van a peor. Sucede de todo, desde el robo de sus perlas, pasando por un terremoto, un rayo y un huracán que devastan sucesivamente el noble edificio hasta que, finalmente, el fuego lo destruye…
Mi tío Negrito utilizaba mucho la frase “estar o vivir como Lolo en Panso” (un poblado rural del municipio de Neiba, con lo que al oído del interlocutor parecía sugerir que ese señor vivía en condiciones muy buena, y hasta envidiable, en un medio que, para esos entonces se carecía de limitaciones materiales básicas.
De tanto mi tío Negrito repetir la frase “estar o vivir como Lolo en Panso”, me anime a preguntarle cómo eran las condiciones materiales de existencia de ese señor tan mencionado, a lo que me responde que “Lolo en Panso vivía tan bien que sólo le faltaba cama en que acosarse y comía que para comer”.
Postdata
Independientemente de las más variopintas interpretaciones y análisis que concitó el anuncio del presidente Abinader de que optara por otro mandato presidencial, a nadie le sorprendió esa legítima decisión del Jefe del Estado.
Muchos entendimos que, desde el inicio de su gestión gubernativa, el mandatario trabajó “pensando en las próximas elecciones, y no en las próximas generaciones”, como dice Winston Churchill al referir que hay dos tipos de políticos.
El párrafo anterior me obliga a reproducir la frase del premier inglés al definir claramente lo que es un hombre de Estado: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”.
Con qué se encuentra el proyecto reeleccionista
Con su profusa propaganda los estrategas del gobierno han logrado posicionar en una parte importante de la población que “hace rato que estamos cambiando”, aun cuando “las quejas por la falta de eficiencia de los servicios públicos en el gobierno de Luis Abinader parece el pan nuestro de cada día-
“Al menos 11 servicios que en los últimos años eran medianamente buenos se han convertido en un caos para los ciudadanos que se quejan de cómo el gobierno de Luis Abinader ha dejado “caer” instituciones y servicios ciudadanos”, reseñaba recientemente en portada un prestigioso diario local.
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