Por: Jaime Bruno
New York
Por más de un siglo las elecciones estadounidenses han contado con el voto por correo, por lo que muchos expertos en la materia entienden que las declaraciones del presidente sobre un fraude generalizado son infundadas.
En cada proceso electoral más y más estadounidenses pueden votar por correo, y los estados irremediablemente deben estar preparados para celebrar elecciones en medio de una condición pandemica severa de contagio.
Las aseveraciones del presidente Trump sobre los peligros de fraude al votar por correo, la problemática en el Servicio Postal y la gran variedad de reglas en torno a la votación por correo, muchas de las cuales cambiaron debido a la crisis de salud mundial, han creado confusión sobre este sistema de votación.
¿Existe alguna diferencia entre el voto en ausencia y el voto por correo?
Las diferencias existen dependiendo del estado. Algunos estados han puesto a disposición de todos los inscritos la votación por correo, mientras otros lo hacen ampliamente disponible; y algunos requieren que los votantes cumplan con criterios específicos, como estar enfermos o haber servido en el ejército. La gran diferencia es que la votación por correo se utilizó durante la mayor parte del siglo XX para evitar el absentismo y estaba destinado a personas que realmente necesitaban este método de votación. Sin embargo a medida que la votación por correo se ha vuelto mucho más disponible en las últimas décadas, han surgido otros términos e intereses económicos y políticos.
Disponibilidad
Este año, y debido a la pandemia del COVID-19, un récord de un 76 por ciento de los votantes estadounidenses serán elegibles para recibir una boleta por correo y poder ejercer su derecho a votar en las elecciones a celebrarse en noviembre próximo. Todos los estados permiten votaciones por correo, pero algunos requieren una razón específica o permiten que la boleta esté disponible solo a solicitud del votante.
A partir del pasado 17 de agosto, siete estados, incluidos Texas, Nueva York y Carolina del Sur, requieren una excusa explicada para poder votar por correo. Treinta y cuatro estados, incluidos Pensilvania, Florida y Ohio, permitirán solamente a todos los ciudadanos que nombren el coronavirus aun sin especificar un motivo como la razón de votar en ausencia… El presidente Donald Trump ya solicitó su boleta por correo en la Florida para las elecciones presidenciales de este año. Debido a la severidad de la pandemia, los últimos nueve estados por mencionar, incluidos Utah, California y Nevada, enviarán las boletas directamente a los votantes. Estos cambios a las reglas se han tomado temporalmente y así evitar el absentismo en la votación. Algunos estados permitirán que los votantes depositen sus boletas en buzones muy seguros y colocados en lugares específicos.
¿Cómo funciona este método?
Un equipo de funcionarios electorales examinarán las boletas enviadas con una serie de controles. El registro de votantes muestra si una persona está registrada y mostrará detalles de identificación como la fecha de nacimiento y el número de seguro social para ayudar a confirmar que alguien es una persona real. Los sobres devueltos con la boleta deben estar firmados, y los funcionarios verificarán también esa firma en el sistema de registro de votantes.
Las boletas estarán vinculadas a personas específicas, con códigos de barras únicos que permitirán a los votantes rastrear su boleta después de haberlas enviado por correo. El código de barras es muy importante porque impide que se impriman boletas fraudulentas sin ser detectadas por el sistema.
Cuando los funcionarios encuentran problemas con la información del votante, las firmas u otros detalles, se comunican con el votante para explicar el problema. En caso de ser necesario, envían el caso a los fiscales para que investiguen y puedan tomar acción legal.
¿Existe un grave riesgo de fraude?
La historia ha demostrado que en los Estados Unidos el fraude electoral es poco común. Los estudios han encontrado pocas acusaciones creíbles de fraude en elecciones pasadas, y una comisión a la que Trump había encargado de investigar la corrupción electoral por correo no encontró evidencia real de fraude antes de que su administración la disolviera.
«No existe evidencia de un fraude generalizado en ninguna parte del sistema o del sistema ausente, ciertamente no en millones ni en todo el país», dijo John C. Fortier, quien es el director del Proyecto Democracia en el Centro de Política Bipartidista.
Los expertos dicen que el sistema de votación por correo es más vulnerable al fraude que la votación en persona. Con el avance tecnológico actual cabe destacar que cualquier fraude lo suficientemente grande como para inclinar la balanza hacia un candidato (robar suficientes sobres de los buzones de correo, imprimir suficientes boletas falsas o recolectar suficientes votos ausentes) sería muy fácil de detectar e increíblemente difícil de ocultar.
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