Santiago de los Caballeros.- Las Zonas francas han mostrado un crecimiento nunca antes visto, pasando de 133 mil empleos en la prepandemia, a más de 195 mil, con una proyección de sobrepasar las 200 mil plazas de trabajo en el presente año.
Los datos fueron ofrecidos este jueves en Santiago por Ulises Rodríguez, director general del Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial, Proindustria, al dictar una conferencia en Terturama, entidad a la que concurren destacados intelectuales, profesionales y empresarios para conocer temas de alto interés público.
Destacó que “solo el año pasado las exportaciones fueron de 7 mil millones 833 mil dólares, algo nunca visto, con exportaciones que representan aproximadamente el 63% de las exportaciones totales del país”.
Agregó que en el mes mayo rompieron el récord mensual con 774 millones, 998 mil,785 dólares, y explicó que luego del desplome, en la actualidad existen más empresas instaladas con un total de 812 operando en todo el país.
Rodríguez ponderó que tal ritmo de crecimiento de las zonas francas genera inversiones, empleos masivos y generación de divisas que nos ayudan a equilibrar la histórica balanza comercial negativa.
El funcionario precisó que como parte de los beneficios sociales que genera el crecimiento puso en relieve que el gobierno gestionó junto a los empleadores y el sector laboral un aumento del 20% del salario mínimo en el sector llevándolo de 13 mil 900 a 16 mil 700, y en el caso de los call centers oscila los 30 y 40 mil pesos mensuales; y de un impacto que llega a los más de 195 mil hogares de esos trabajadores y empleados de zonas francas.
“Ahora, para seguir aprovechando las ventajas competitivas que tienen las zonas francas, necesitamos dar el salto que nos permita superar los retos de la innovación y seguir siendo competitivos”, enfatizó.
El titular de Proindustria, ilustró casos exitosos como los de la zona franca Itabo, Haina, con la empresa Fresenius Kabi que entregó al gobierno equipos para separar el plasma de la sangre que fueron utilizados durante la crisis del COVID 19, además de otros referentes importantes en materia de tecnología, como el Parque Cibernético de Santo Domingo, que trabaja proyectos importantes de robótica, innovando con drones y biotecnología.
Destacó que para ser competitivos, hay que innovar y crear una cultura de innovación y también acompañar a la industria manufacturera en su desarrollo integral, como pretende la Ley 392-07, que con una serie de incentivos garantiza el aumento de inmediato la competitividad de las industrias que se acogen a dicho régimen.
Valoraciones del sector
Tras la promulgación del presidente Abinader de la Ley 242-20 que extiende los beneficios de Proindustria por 15 años más, Celso Juan Marranzini, presidente de la Asociación de Industrias (AIRD), indicó que la ley abrió las puertas a la reinversión de utilidades y a fortalecer el camino hacia la transformación de la industria dominicana, como señal de qué trata la declaración de la industrialización como una prioridad nacional.
Ulises Rodríguez citó a Ligia Bonetti, quien lidera el Grupo SID y estuvo al frente de la Asociación de Industrias AIRD, cuando refirió que “la Ley de Proindustria no es un sacrificio para el Estado, sino una política acertada de promoción del empleo, la modernización del parque industrial, las exportaciones y la competitividad industrial”.
Al cierre del encuentro, subrayó la importancia de la participación de la academia, sobre todo en investigación y desarrollo, para realizar un ejercicio real de innovación, mediante el acercamiento de la industria y la academia; razón por la que continuará con la apuesta por realizar la tercera Feria de Innovación y Emprendimiento, y con la primera versión del Reconocimiento a la Innovación Industrial Manufacturera, que entregará el próximo mes.
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