Manuel Alejandro Rodríguez, uno de los abogados de la barra de la defensa de Conrado Pittaluga Arzeno, acusado junto a otras personas de recibir los sobornos que la empresa Odebrecth confesó que pagó en el país, renunció a seguir en el caso.
El jurista alega que mientras Francisco Ortega Polanco, juez de la Instrucción Especial de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), continúe al frente del caso duda que pueda darse una decisión favorable para él, por la forma en que el magistrado se ha conducido durante el conocimiento del proceso, el cual está en la fase preliminar.
“En el estadio actual de este caso, y mientras su dirección esté a cargo del magistrado Ortega Polanco, me considero inútil para continuar asistiéndole, pues se trata de un proceso donde el Derecho no es ni ha sido más que una fachada, un membrete, una referencia, pero no más de ahí”, le dice el abogado a Pittaluga Arzeno en una carta que le envió el pasado día dos de este mes.
Agregó que este caso se caracteriza por ser uno en que las decisiones relevantes se han tomado con base en móviles ajenos al Derecho, y no por razones estrictamente jurídicas, que son las únicas, alega, puede aportar como técnico y estratega.
La renuncia de Rodríguez a continuar defendiendo a Pittaluga Arzeno se da luego de que la Suprema Corte de Justicia le rechazara a su defensa la séptima recusación incoada contra el magistrado Ortega Polanco, tras éste negarle el pedido de autorizar a la compañía telefónica Claro Dominicana que le entregara los datos de una interceptación telefónica que se le hizo al hijo de su defendido, Conrado Pittaluga Vicioso.
En su misiva, Rodríguez argumenta que durante el conocimiento del caso ha visto al magistrado Ortega Polanco incurrir en errores “inexcusables”, los cuales permanecen inmunes y blindados de toda crítica racional.
“Ningún entendido en derecho y que conozca del desarrollo de este proceso podrá compartir la idea de que las actuaciones históricas del Ministerio Público se encuentran exentas de faltas sancionables o que ninguna de las defensas ha logrado acertar con al menos uno de los múltiples incidentes presentados. Solo para Ortega y sus decisiones irrecurribles ha sido así”, acotó.
Dijo estar consciente de las cualidades profesionales que tiene el juez Ortega Polanco, pero aduce que por ello es que cuestiona su accionar en el referido caso. “Precisamente conocerlo así es lo que me convence de que sus decisiones en este proceso no han sido producto de -al menos- interpretaciones y consideraciones basadas en el Derecho, sino en otros factores; es decir no ha cumplido con el importante deber de ser independiente al juzgar y decidir”.
Quizás se ha pretendido, agregó el abogado Rodríguez, incorrectamente un justiciero, o bien, se trata de un mandatario que responde a intereses extraños al Derecho, pero en fin, no ha sido el buen juez, justo, imparcial e independiente que debería ser.