La higiene brilla por su ausencia en los puestos de alimentos ambulantes

RD sin control de salubridad con vendedores ambulantes

Son muchos los riesgos que las personas que consumen o compran alimentos en las calles están sometidas, ante la evidente falta de control sanitario por parte de las autoridades del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPyS), y de los ayuntamientos de las diferentes ciudades del país.

Al caminar por cualquier avenida de la República Dominicana es notorio observar puestos de venta de comidas o de alimentos sin la debida regularización de sanidad, que debe ser otorgada y validada por el MSPyC en conjunto con las alcaldías.

Una de las dificultades de los alimentos comercializados en las calles, es la poca higiene que se visualiza en el entorno, especialmente aquellos informales, como frituras, fruteros, jugueros y dulceros.

Según una encuesta dada a conocer recientemente, cerca del 56% de los vendedores informales comercializan comidas.

Riesgos

La elaboración y venta de alimentos en las vías públicas constituye desde hace mucho tiempo un método de trabajo informar en nuestro país, y para lograr un efectivo control sanitario se debe tener una norma de manipulación e higienes, a fin de que los consumidores finales no pongan en peligro su salud.

La venta de comestibles en las arterias puede considerarse un problema, pero también un desafío para las autoridades, por la dificultad que constituye tener un efectivo control de la calidad y adecuado personal, a lo que se le suma la inocuidad en el manejo de los alimentos.

Varias enfermedades que se registran a diario en los hospitales del país, evidencian la existencia de los graves problemas sanitarios, a causa de la incorrecta manipulación y falta de higienes en los productos comestibles comercializados en las calles.

Dificultades

Durante un recorrido por el Distrito Nacional, un equipo de reporteros de este multimedios DominicanosHoy, observó que ninguno de los establecimientos de ventas de alimentos contaba con una certificación y la aprobación del Ministerio de Salud Pública y la Alcaldía del Distrito Nacional.

Otro dato interesante es que la mayoría de los vendedores se ven obligados a realizar sus necesidades fisiológicas donde se lo permitan y muchos de ellos no tienen métodos para purificar sus manos y evitar la contaminación por bacterias de los alimentos que comercializan.

A pocos metros del Ministerio de Salud Pública, entre las avenidas San Cristóbal y Tiradentes, operan varios puestos de ventas de comidas; sin embargo, estos no cuentan con la supervisión ni los controles de sanidad de la institución.

Pese a los esfuerzos por recibir una explicación de la situación de manos de las direcciones de Salud Ambiental y de Control de Drogas y Farmacias del Ministerio de Salud no fue posible, debido a que sus titulares se encontraban fuera del país, o al menos eso dijeron.

Amaurys Florenzán

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