El presidente de Perú, Pedro Castillo, fue detenido este miércoles después de que el Congreso de su país lo destituyera por anunciar la disolución de esa Cámara y la instauración de un «gobierno de excepción».
Los eventos se precipitaron después de que el mandatario hiciera el inesperado anuncio en cadena nacional -que fue calificado de «golpe de Estado» por representantes de todo el espectro político- a pocas horas de una sesión del Congreso en la que debía votarse una moción de vacancia en su contra.
Tras el anuncio de Castillo, el Congreso terminó declarando la vacancia del presidente por «incapacidad moral», es decir, su destitución, con 101 votos a favor, y decretó que asuma la presidencia la vicepresidenta Dina Boluarte.
Según informan medios locales, Castillo se presentó después ante la prefectura de la policía en Lima, donde fue arrestado.
La Policía Nacional de Perú confirmó en su cuenta de Twitter que Castillo se encuentra detenido.
«Dando cumplimiento a nuestras facultades y atribuciones descritas en el art. 5 de D.L n.° 1267 Ley la Policía Nacional del Perú, efectivos PNP intervienen al expresidente Pedro Castillo», informó la institución en un mensaje que luego fue borrado.
El mensaje que precipitó los hechos
Antes de su destitución y posterior detención, Castillo, en un mensaje a la nación, aseguró que su decisión de disolver el Congreso respondía a la «obstrucción» que ha enfrentado su gobierno por parte del Poder Legislativo.
«En atención al reclamo ciudadano a lo largo y ancho del país, tomamos la decisión de establecer un gobierno de excepción orientado a establecer el estado de derecho y la democracia», expuso, para después anunciar las medidas que implicaba su decisión:
Disolver temporalmente el Congreso.
Convocar a elecciones de un Congreso constituyente.
Gobierno a partir de decretos ley hasta que no haya una nueva Constitución.
Toque de queda a nivel nacional de 22:00 a 04:00 a partir de este 7 de diciembre.
Reorganización del Poder Judicial y otros órganos de justicia.
Decomiso de armas en posesión ilegal de civiles.
«Se respetará escrupulosamente el modelo económico basado en una economía social de mercado», expuso el mandatario. «Se respeta y garantiza la propiedad privada».
Una presidencia problemática
Castillo asumió la presidencia en julio de 2021. Desde entonces, ha enfrentado múltiples acusaciones de corrupción y se ha visto obligado a reemplazar su cartera de ministros en varias ocasiones.
Tras el anuncio del presidente de este miércoles, los ministros de Economía, Justicia, Trabajo y Relaciones Exteriores, así como el embajador de Perú ante la ONU, anunciaron su dimisión.
El abogado de Castillo también anunció que renunciaba a representar a su cliente.
Poco después, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional emitieron un comunicado conjunto en el que anunciaron: «Cualquier acto contrario al orden constitucional establecido constituye una infracción a la Constitución y genera el no acatamiento por parte de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú».
El Tribunal Constitucional, entre otras instituciones, calificó al gobierno de Castillo como «usurpador».
¿Qué justificación dio Castillo?
En su mensaje de este miércoles, el cual pronunció con la banda presidencial puesta, Castillo dijo que sus decretos vienen ante «la nefasta labor obstruccionista de la mayoría de congresistas».
«Llevamos más de 16 meses de continua y obsequiada campaña de ataque sin cuartel a la institución presidencial, situación nunca antes vista en la historia peruana. La única agenda del Congreso desde el 29 de julio de 2021, en que juramente el cargo de Presidente de la República, ha sido y es la vacancia presidencial», expuso.
Dijo que su gobierno ha invitado a la oposición al diálogo sin respuesta positiva. También criticó que el Legislativo no ha atendido los 70 proyectos de ley enviados por el ejecutivo.
Al referirse a las acusaciones que han motivado varias mociones de vacancia, como la programada para este miércoles, dijo que no han tenido una justificación.
«El Congreso, sin pruebas, imputa al presidente comisión de delitos, muchas veces con las solas afirmaciones hechas en la prensa mercenaria, corrupta y cínica, que injuria, difama y calumnia con un absoluto libertinaje», señaló.
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