El pastor Ezequiel Molina deploró el sicariato, el narcotráfico y el matrimonio entre parejas del mismo sexo, al dirigir su mensaje «Entre la vida y la muerte», en la concentración de miles de evangélicos en el Centro Olímpico.
Molina por un momento, cuando hablaba del narcotráfico, se sintió mal y tuvo que ser bajado de la tarima y su hijo del igual nombre siguió la prédica. En ese momento comenzaron a orar por él y minutos después retomó el mensaje.
Se informó que el religioso tuvo hipoglicemia y al término de la actividad fue hidratado en una ambulancia que estaba en el lugar.
Molina expuso que a pesar de los avances tecnológicos, en el país hay muchos males que no se han podido corregir como es el problema de las drogas, “ en cuyo mal no están todos los que son ni son todos los que están”.
El reconocido pastor evangélico dijo que la sangre de cada inocente que los sicarios mandaron al otro mundo, claman delante de Dios.
Molina aseveró que hay que ser una bestia para recibir 15 ó 20 mil pesos para darle “para abajo a una persona…Maldito aquel que recibe sobornos para quitar la vida al inocente”.
El religioso, además, deploró la doble moral con la que actúan muchas personas. «La doble moral está acabando con la sociedad».
No obstante, manifestó que todo aquel que se cree por encima de los mandatos de Dios es maldito.
Molina expresó que:»es una maldición sustituir a Dios con ídolos”. Al terminar su discurso, al religioso lo esperaba una ambulancia.
En el acto religioso estuvieron presentes el Ministerio de Adoración de la Iglesia Mahanaim, y 32 pastores, en representación a las 32 provincias, tomaron la Santa Cena.
Se estima que más de 60 mil personas se han congregado en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte del Distrito Nacional,donde a tempranas horas comenzaron asistir los cristianos evangelicos.
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