POR ALBERTO QUEZADA
El panorama político de la República Dominicana hasta hace algunos días transcurría de manera ordinaria, hasta que fue revelada a los medios de comunicación una información de los dirigentes políticos Félix Bautista y Domingo Contreras sobre el senador Omar Fernández.
Por lo que se puede analizar de ambas declaraciones, tanto del senador por San Juan y alto dirigente de la Fuerza del Pueblo, Félix Bautista; y el ex miembro del comité Político del Partido de la Liberación Dominicana(PLD) y ex candidato alcalde por el Distrito Nacional, Domingo Conteras; lo que ahí se visualiza es un posible juego de estrategia.
Porqué decimos eso. Pasamos a explicar. Por un lado, los portadores y propietarios de los argumentos que declararon su simpatía y apoyo a una posible aspiración a la candidatura presidencial del joven senador del Distrito Nacional, Omar Fernández, logran dividir la agenda política que hasta el momento estuvo tranquila y dominada por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y el Gobierno.
En segundo lugar, con ese tema en el tapete, se estaría enviando un mensaje claro al partido que está en el gobierno de que ellos no son los únicos que tienen en su parrilla partidaria prospectos presidenciales con los perfiles y códigos juveniles capaces de competir con éxito en las elecciones presidenciales del 2028.
En tercer lugar, esas declaraciones de esos dos veteranos políticos no surgen de la nada, de un capricho o por obra y gracia del espíritu santo, no, surge de una matriz bien diseñada de un litoral político que sabe bien para donde va y cuáles son las fichas que debe mover para visibilizarse con más intensidad de cara al proceso electoral venidero. Más Nada.
Ahora bien, soy de los cree que el actual senador por el Distrito Nacional, Omar Fernández, es una figura política en construcción que va en ascenso de manera muy positiva en el escenario político nacional, pero de ahí a quererlo presentar como una posibilidad real de concretar unas aspiraciones presidenciales en la FP y un posterior triunfo electoral en la actual coyuntura creemos es extemporáneo y muy riesgoso.
Omar no debe escuchar esas voces, no puede dejarse seducir por esas narrativas estratégicas que, aunque partidariamente podrían verse como válidas, para su futuro político a mediano plazo no lo serían tanto.
Ese activo político que representa Omar Fernández para su organización política y el país, deben cuidarlo, no exponerlo, porque, al fin y al cabo, el sistema de partido y la democracia dominicana requieren de actores y figuras políticas jóvenes carismáticas como él para su estabilidad y permanencia.
El autor es periodista y magíster en derecho y relaciones internacionales. Reside en Santo Domingo. quezada.alberto218@gmail.com
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