RedacciónEn Argentina de nuevo se presentó un desencuentro entre el Papa Francisco y el presidente de ese país Muricio Macri, debido a los sueldos que tendrán los prelados de la iglesia católica en esa nación, situación que ha generado polémica entre la sociedad argentina. Al Santo Padre no le gustó que se filtrara la información de los salarios.
El gobierno de esa nación en cabeza de Macri dio a conocer la asignación salarial de los 132 arzobispos y obispos del país y el dinero que eso le representa al estado argentino, situación que tiene molestos a los miembros de la iglesia.
Ante este panorama se conoció que los religiosos en ese país tienen un salario promedio mensual de 46.800 pesos argentinos, equivalentes a 2.300 dólares, que salen del impuesto que pagan los ciudadanos, quienes han exigido que la iglesia católica se financie solo con el dinero de sus fieles, uno de los primeros en salir a defender el salario actual, es el arzobispo de La Plata, Monseñor Héctor Aguer, el cual expresó que “el subsidio (del Estado) está bien porque la limosna en la misa es una colecta miserable y en muchas ocasiones no alcanza para los mismos gastos de las iglesias”.
Entre tanto el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, dijo ante el Congreso que su administración emplea 130 millones de pesos (casi 6.5 millones de dólares) en solventar al clero cada año.
Aunque la constitución de Argentina establece una separación entre de Iglesia y Estado, dispone al mismo tiempo del sostenimiento del culto católico romano, por parte del estado.
Cabe mencionar que desde hace unas semanas se vive un momento tensionante entre el Estado y la iglesia, luego de que el presidente Macri aceptara abrir un debate parlamentario sobre el aborto legal, seguro y gratuito.
Otro momento difícil entre ambos líderes se remontó hace dos años, cuando el Papa Francisco se negó a visitar su país natal con el argumento de que no sería una prenda de unidad en medio de confrontaciones con la oposición por la política social y económica.
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