El ministro de Educación, Andrés Navarro, afirmó que el aniversario de esta institución se constituye en un compromiso para la construcción de una nueva ciudadanía fundamentada en la conjugación de conocimientos y formación en valores, a través de una trascendental alianza estratégica entre las familias, las escuelas y las iglesias.
“Como Ministerio de Educación tenemos la responsabilidad de garantizar que la familia dominicana y las iglesias se integren cada vez más al proceso de formar los ciudadanos que requiere nuestra nación, con mucha competencia en conocimientos, pero sustentados en un sistema de valores y de principios”, refirió Navarro.
Al dirigir un discurso en la celebración con motivo del octogésimo-cuarto aniversario del Ministerio,Navarro sostuvo que la festividad llega en un momento en que el país observa grandes transformaciones en su sistema educativo, con su mayor reto en la mejora de la calidad de los aprendizajes y en el fortalecimiento institucional.
Los reverendos Fidel Lorenzo, Feliciano Lacen, Nélsido Borg y los pastores Ezequiel Molina y Rafael Paz, así como el obispo Elvis Samuel Medina ofrecieron en conjunto, un culto de acción de gracias por el 84 aniversario del Ministerio de Educación, donde participaron servidores públicos de la entidad en el auditorio de la Universidad Federico Henríquez y Carvajal (UFHEC).
Navarro expuso que la participación de las iglesias como socio-estratégico de los cambios que se registran en la educación es de trascendental importancia para la consecución de la meta de construir esa nueva ciudadanía o sociedad que la nación aspira, y para lo cual invierte recursos sin precedentes.
En la actividad, el obispo Elvis Samuel Medina realizó la primera invocación religiosa, al destacar que se trata de una clara expresión de un nuevo sistema escolar incluyente, plural y participativo, “pues todos somos compromisarios del cambio”.
Dijo que la enseñanza no debe verse como un comercio, sino como un faro de luz que se conduce a través de un sacerdocio dirigido por maestros que formen en educación del ser, además del hacer, tarea en la que los educadores están llamados a orientar a la gente sobre ese necesario cambio total y absoluto.