El español Rafael Nadal, segundo del mundo, y el suizo Roger Federer, tercero, avanzaron sin problemas a cuartos de final de Roland Garros, a los que no accedió el griego Stefanos Tsitsipas, derrotado por el suizo Stan Wawrinka.
La derrota del seis del ránking fue la principal noticia de un torneo que, hasta entonces, no había perdido a ninguno de los diez primeros cabezas de serie y que en el cuadro masculino no había tenido grandes sorpresas.
Nadal siguió su camino hacia la duodécima final, esta vez ante el argentino Juan Ignacio Londero, un debutante en Grand Slam que ha completado su mejor torneo, al que derrotó por 6-2, 6-3 y 6-3.
Un día antes de cumplir 33 años, el español firmó su triunfo 90 en Roland Garros, donde solo ha perdido dos veces, y se clasificó por decimotercera vez en su carrera para cuartos, que jugará por 38 vez en un Grand Slam, el cuarto que más veces lo ha hecho.
Superó así al australiano Roy Emerson y ya solo tiene por delante al suizo Roger Federer, que se clasificó hoy para sus 54 cuartos de un grande, el serbio Novak Djokovic, que mañana puede ganarse sus 44, y el estadounidense Jimmy Connors, que lo hizo en 41 ocasiones.
Nadal destacó la importancia de un triunfo logrado en condiciones difíciles, con el termómetro rondando los 30 grados pero, sobre todo, con un viento endemoniado que hacía difícil controlar los golpes.
«Para el día que hacía he hecho un buen partido, con pocos errores, sólido», dijo el español, que ahora se medirá contra el ganador del duelo entre el japonés Kei Nishikori y el francés Benoit Paire.
Tampoco tembló Federer, que también tenía un rival argentino por delante, Leonardo Mayer, que había accedido a octavos por vez primera en diez ocasiones y que se inclinó por 6-2, 6-3 y 6-3.
Tras tres años de ausencia, el helvético aun no ha tenido que emplearse a fondo para llegar sin perder un set a unos cuartos, que fueron su punto de llegada en su última comparecencia en Roland Garros.
A sus 37 años se convirtió, además, en el tercer cuartofinalista más veterano en Roland Garros, solo superado por el estadounidense Pancho Gonzales, que tenía 40 cuando lo logró en 1968, y por el húngaro Istvan Gulyas, que lo logró en 1971 con 39.
Además, es el cuartofinalista más veterano de un Grand Slam desde Jimmy Connors en el Abierto de Estados Unidos de 1991.
Paradojas del destino, en el camino a las semifinales se las volverá a ver con su compatriota Wawrinka, que fue quien le apeó en cuartos hace cuatro años.
«Me ganó en tres sets, jugó un gran partido aunque llevaba una camiseta horrorosa y acabó ganando el torneo», bromeó Federer.
Wawrinka parece haber recuperado mucho del tenis que le llevó aquel año a ganar en París. Lo puso de manifiesto en el partido intenso que disputó contra Tsitsipas, el más largo en lo que va de torneo y, quizá, el más vistoso, con alternativas y golpes mágicos, que se fue por encima de las cinco horas.
Avistada la tierra de París, el suizo parece haber dado por finalizada su travesía del desierto y contra su compatriota puede cargar aun más las baterías de confianza para afrontar la recta final de Roland Garros.
En el cuadro femenino, la estadounidense Sloane Stephens, la de mayor ránking de esta parte del cuadro, superó a la española Garbiñe Muguruza, ganadora en 2016, por 6-4 y 6-3.
Con la eliminación de Muguruza, solo la rumana Simona Halep puede repetir triunfo en París.
La finalista de la pasada edición se medirá por un puesto en semifinales contra la británica Johanna Konta, cabeza de serie 26, que derrotó a la croata Donna Vekic, por 6-2 y 6-4 para disputar sus primeros cuartos de Roland Garros.
La primera británica en alcanzar los cuartos en París desde 1983 buscará en París sus terceras semifinales de un Grand Slam, tras las del Abierto de Australia de 2016 y Wimbledon de 2017.
Los otros cuartos medirán a la croata Petra Matic, que venció a la estonia Kaia Kanepi 5-7, 6-2 y 6-4, y con la joven checa Marketa Vondrousova, de 19 años, que venció a la letona Anastasija Sevastova por 6-2 y 6-0.