Messi acaba con la ilusión del Alavés

Leo Messi, quién si no, evitó que el Deportivo Alavés volviera a pescar en el Camp Nou. Donde ganó hace un año de la mano de Mauricio Pellegrino, el equipo ahora entrenado por otro excentral azulgrana, Abelardo Fernández, supo buscar (y encontrar) las cosquillas a todo un líder de la Liga, que levantó el partido a última hora con los goles de sus estrellas.

En el debut como titular de Coutinho, Suárez primero y Messi después dejaron los puntos en casa.

De partida, los papeles estaban más que repartidos. El Barça dominaba y el Alavés esperaba su momento. Los azulgranas hacían circular el balón con más sensación de peligro que ocasiones. Esas las puso en la primera parte el Alavés, que perdonó primero por la indecisión de Ibai, al que le faltó arrojo en una contra con Hernán Pérez.

Ter Stegen obtuvo el premio a su mayor decisión, pero no pudo hacer nada en la siguiente contra. Guidetti arrancó desde su propio campo, a espaldas de toda la defensa y se plantó ante el portero. Lo que siguió fue una pifia monumental, con final feliz. Guidetti se resbalón al rematar, pero por fortuna para él la pelota rebotó en su otra pierna, la izquierda, y adquirió un efecto indescifrable para todos, incluido Ter Stegen.

La ocasión más clara del Barça antes del descanso fue, cómo no, para Messi, que estrelló una falta en el palo; el enésimo poste del curso. En el segundo tiempo, Valverde buscó dar otro aire al ataque con nuevos laterales: Jordi Alba en lugar de Digne y Sergi Roberto por Digne.

El Alavés siguió a lo suyo y a punto estuvo de hacer el 0-2 tras un pase de fantasía de Guidetti para Ibai, que no pudo resolver. El partido se rompió y en la otra portería a punto estuvo de marcar Luis Suárez, a pase de Messi. Pacheco lo evitó y, poco después, hizo lo mismo con Paulinho, cuyo remate acabó sacando con la cabeza.

En el 72, al fin, acertó Suárez tras una gran jugada de Iniesta, que jugó su segundo partido completo en toda la Liga. El uruguayo tuvo el empate minutos después, pero no pudo precisar el remate. Y en el 83, Messi, de libre directo, puso el ansiado 2-1, que pudo haber cambiado de haber pitado el colegiado un claro penalti de Umtiti.

Redacción

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