«Hay que voltear la página», dijo el presidente Pedro Pablo Kuczynski a la dirigente opositora Keiko Fujimori, cuyo partido asfixia al gobierno peruano. La invocación se convirtió en una señal concreta: la posibilidad de liberar a su padre, el condenado expresidente Alberto Fujimori.
El mensaje de Kuczynski llegó la semana pasada durante la condecoración a unos comandos que, precisamente durante el gobierno de Fujimori, liberaron a rehenes de una residencia diplomática. Keiko Fujimori estaba en la ceremonia y saludó el mensaje, al igual que su padre, vía redes sociales.
Las palabras del presidente vinieron acompañadas poco después por una propuesta a título personal del congresista oficialista Carlos Bruce, uno de quienes lideró la férrea oposición que terminó con la caída de Fujimori padre en 2000. «Si me preguntan, yo liberaría a Alberto Fujimori», dijo el lunes a la prensa, y pidió no quedarse «en los odios».
Kuczynski admitió horas después que su gobierno estaba «estudiando el caso» y precisó: «Tenemos que voltear la página para lograr una sociedad más unida, no se va a dar ninguna ley que se aplique a una sola persona, tiene que ser una legislación general para personas de ciertas condiciones».
Fujimori, que dirigió Perú entre 1990 y 2000, cumple una condena de 25 años por delitos de secuestro y homicidio como autor intelectual de la muerte de 25 personas en dos matanzas perpetradas por un escuadrón de aniquilamiento, durante la guerra contra el terrorismo y las guerrillas de Sendero Luminoso y el MRTA.
-Arresto domiciliario-
El gobierno aclaró que la propuesta de Kuczynski no pasa por indultar a alguien sentenciado por crímenes contra los derechos humanos, y sí se refiere a un viejo planteamiento para que él promulgue una ley que aprobara el Congreso que beneficie a ancianos presos con problemas de salud. Pero esa propuesta legislativa nunca llegaba. Hasta ayer.
Un congresista independiente, Roberto Vieira, expulsado el año pasado del oficialista Peruanos Por el Kambio, presentó la tarde del mismo lunes una iniciativa para que presos mayores de 75 años y con «alguna enfermedad o estado de salud con pronóstico delicado» gocen de prisión domiciliaria. Para ello deben haber cumplido un tercio de la condena.
Fujimori tiene 78 años, ya cumplió 10 de sus 25 años de condena en una cárcel policial de Lima, padece de hipertensión y de una lesión cancerígena en la lengua por la que ha sido operado al menos en seis ocasiones. En los últimos meses ha sido hospitalizado reiteradamente por una hernia en la columna y una gastritis hemorrágica.
La propuesta llega en momentos en que el gobierno necesita de la fujimorista Fuerza Popular, que controla el Congreso, para aprobar proyectos como el relacionado a la reconstrucción del país tras las lluvias e inundaciones de «El Niño Costero». El fujimorismo finalmente, apoyó.
«La ecuación simple es que se trata de un coqueteo a una mayoría aplastante, con vistas a tener gobernabilidad. Pero tiene otras consecuencias», dijo a la AFP el director de la consultora de marketing político Vox Populi, Luis Benavente.
-Contraproducente para Keiko-
Para el vocero de la bancada fujimorista, Luis Galarreta, «si es sincero (Kuczynski con su llamado a voltear la página) que proceda con el indulto» por razones humanitarias para Fujimori, una prerrogativa que tiene el presidente de turno y que en 2013 le negó el entonces gobernante Ollanta Humala. A fines del año pasado, Fujimori padre dijo que no insistiría más con el tema.
Para Benavente, si en verdad se tratara de un tema humanitario, el fujimorismo ya se habría allanado al arresto domiciliario. «Con prisión domiciliaria sus derechos siguen suspendidos. Pero si lo indultan, recupera sus derechos y no me cabe duda que postula de nuevo a la presidencia», considera Benavente.
«A Keiko no le conviene el indulto al padre porque él se convierte en un candidato con bastantes posibilidades. O tal vez se inclina por apoyar al menor de sus hijos», el congresista Kenji Fujimori, señalo Benavente.
Kenji es quien más puentes con el gobierno ha tendido en estos últimos meses, a diferencia de su hermana, derrotada dos veces en elecciones presidenciales.
«Que Fujimori cumpla condena en su casa es viable, sólo que tiene que delimitarse bien la ley. La forma más limpia de liberarlo sería vía indulto, pero allí quien se compromete es Kuczynski», dijo a la AFP el constitucionalista y exparlamentario Natale Amprimo.
La propuesta de Vieira debe debatirse en el Congreso. El gobierno hábilmente parece haber puesto la pelota en el campo del fujimorismo. ¿Lo rechazarán e insistirán con el indulto? Por ahora, el arresto domiciliario puede ser la salida.
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