París. Kanye West cambió a su flamante rubia Kim Kardashian por una chica de pelo castaño en el desfile de Dior del viernes.
El rapero confundió a algunos fotógrafos al hacerlos pensar que su esposa había cambiado nuevamente el color de su cabello a su color natural.
Pero la misteriosa mujer que lo acompañaba era Lorde, la cantante neozelandesa de 18 años que ha causado sensación en el mundo de la música y estuvo con el rapero West en la primera fila del desfile realizado en el Museo del Louvre.
La pareja musical estuvo cerca de la actriz de “Cincuenta sombras de Grey” Dakota Johnson quien llevó un elegante traje sastre negro de Dior.
Por su parte el diseñador Raf Simons dejó fuera el característico jardín de monsieur Dior (con sus motivos florales) para esta temporada con una colección atrevida que hizo aflorar la parte salvaje de la casa titulada “Femme Animale”.
Botas hasta el muslo con toques reptiles en colores tropicales acompañadas por faldas a la rodilla rotas como si un tigre les hubiera dado un zarpazo.
También merodeaban abrigos de piel de zorro con toques de colores en lila y aqua junto con blusas de charol y faldas que brillaban peligrosamente como piel de serpiente.
La marca mostró un lado inusualmente sensual. “Quería que la colección lidiara con … algo más liberado, más obscuro y más sexual”, dijo Simons.
Es lo que logró y también presentó pinceladas en colores tropicales con líneas y estampados que por momentos parecían decir “manéjese con cuidado, esta mujer Dior puede morder”.
Simons también usó esta nueva fuerza para experimentar en los modelos masculinos como un traje con un saco con una fila doble de botones al frente y un abrigo extragrande realizado hermosamente en verde. La fauna fue un cambio agradable ante la flora.
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