El juez de Atención Permanente del Distrito Nacional, José Alejandro Vargas, le había aconsejado al presunto sicario asesinado esta semana en Los Guandules, Luis Manuel Mejía (Nano el Sicario), que en la cárcel su vida estaba más segura, y que cada vez que tuviera que conocerle medida de coerción le impondría prisión para garantizar su integridad física.
Mejía De la Rosa guardaba prisión por uso ilegal de armas y una jueza suplente ordenó su libertad diez días antes de su asesinato.
La trayectoria judicial de Nano el Sicario fue bastante extensa, ya que desde el 2009 hasta el 2017 tuvo cinco procesos en diferentes tribunales por la comisión de diversos crímenes, logrando ser puesto en libertad a través de tecnicismos legales, como variación de medida de coerción, acuerdo con el Ministerio Público (penal abreviado) y a través del archivo provisional del expediente.
Mejía de la Rosa, de 47 años, fue asesinado el pasado martes junto a su pareja Walkiris Santana Ferreras, de 33, en el sector de Los Guandules del Distrito Nacional.
Sobre este caso la Policía Nacional acusó a Pedro Antonio Ynoa Laureano, alias “Peito”, y a Víctor Alfonso Jiménez Henriquez, alias “Mino”, como los presuntos autores del hecho. Agregó que el motivo del crimen pudo ser algún ajuste de cuentas o venganza.
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