Al conmemorarse el cincuenta aniversario de la segunda invasión militar de Estados Unidos a territorio dominicano, un grupo de 50 jóvenes de diferentes organizaciones y sectores sociales envió una carta al presidente Barack Obama y al Congreso estadounidense para exigir una disculpa pública por los daños causados al pueblo dominicano y a su derecho a la libre determinación en 1965.
Respecto a las actuales relaciones binacionales, la carta reclama la intersección de Obama para que cese la frecuente injerencia del embajador James Brewster en los asuntos políticos internos de República Dominicana.
En la misiva los jóvenes obreros, comunicadores, sociólogos, activistas de la sociedad civil, artistas, historiadores y dirigentes políticos solicitaron un desagravio por las más de ocho mil muertes provocadas por los 42 mil marines que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos enviaron al país el 28 de abril de 1965 para impedir que el pueblo dominicano en armas restableciera el orden constitucional interrumpido por militares trujillistas, la iglesia católica y parte del empresariado en 1963.
“Apelamos a su sensibilidad social y política, y a su alto sentido de responsabilidad histórica para solicitarle formalmente, en nombre de la juventud dominicana de hoy, el desagravio formal de los Estados Unidos por el crimen de Estado perpetrado por sus Fuerzas Armadas al invadir nuestro territorio, malograr nuestra democracia, secuestrar la voluntad popular de nuestro pueblo, y asesinar a miles de inocentes”, se destaca en el texto firmado por Claudio Caamaño, Juan Miguel Pérez, Jhonatan Liriano, Heidy Adón, Khrista Ochoa, Virginia Rodríguez, Raiza de León, Amilkar Almánzar, José Luis Morillo, Roberto Valentín, Merlyn Andujar, Jairo Mateo, Dania Batista y Emerson Méndez. También firman la carta Satlin Martínez, Jhonatan Pichardo, Mery Dorrejo, Manuel Dorville, Jaime Rodríguez, Geny Lozada, Erika Arias, Franiel Genao, Jesús Morán, Bartolomé Pujals, Daysi García Ventura, entre otros.
El mensaje se envía con copia a Joseph Biden , en su condición constitucional de presidente de la Cámara Alta del Congreso, y a John Boehner, presidente de la Cámara Baja.
Los jóvenes dominicanos dirigieron la comunicación a Barack Obama por considerar que el mandatario «se ha caracterizado por ser un jefe de Estado diferente a sus antecesores. Sus orígenes sociales, entienden, lo hacen más cerca de los pueblos humildes y vilipendiados por la historia de los poderosos».
“Creemos justo que después de 50 años, presidente Obama, el Gobierno de los Estados Unidos desista de intervenir en la agenda política dominicana, y presente disculpas públicas por la agresión militar de su país al nuestro, como prueba sincera de un estadista que procura la fraternidad entre los pueblos y la esperanza de un futuro diferente, sobre un pasado de verdad. Porque somos parte de él, le afirmamos que el pueblo dominicano sabe perdonar a quien lo respeta”, concluye el documento.
A continuación la carta completa
Señor Presidente Obama:
El 28 de abril de 1965, hace hoy exactamente 50 años, su predecesor, el Presidente Lyndon B. Johnson, envió a República Dominicana a un contingente militar de más de 42 mil soldados de la infantería de Marina de su país, para hacerle la guerra al pueblo dominicano.
Después de 31 años (1930-1961) de dictadura de Rafael Trujillo nuestro país había celebrado sus primeras elecciones libres el 2 de diciembre de 1962, eligiendo a Juan Bosch, Presidente Constitucional de la República por un período de 4 años. El presidente electo fue investido el 27 de febrero de 1963, y trajo consigo una nueva y liberal Constitución Política, que buscaba transformar la oprobiosa sociedad trujillista en una nación democrática, justa y digna para todos los dominicanos y dominicanas, sin importar su origen social. Desmantelar estructuras de poder que preservan privilegios no suele ser fácil en una sociedad oligarca, y Bosch es derrocado el 25 de septiembre de 1963, por los sectores conservadores nacionales y de los Estados Unidos, los cuales instalaron en RD uno de los más corruptos y represivos gobiernos ilegales de la historia de nuestro país.
Sin embargo, el 24 de abril de 1965, el pueblo dominicano reacciona y produce un movimiento de contra golpe, y el 27 de abril logra retomar el poder legítimo y legal que le fue conculcado por el golpismo. Pero, vencidos los golpistas, el
Presidente Johnson decide intervenir militarmente en los asuntos internos dominicanos. Era la segunda vez en lo que iba del siglo XX que el gobierno de los Estados Unidos hacía desembarcar tropas militares en Santo Domingo.
Durante 4 meses, las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos utilizaron todo el poder militar de una superpotencia mundial matando cn sus armas a cerca de 8 mil dominicanos, entre civiles y combatientes.
Su gobierno, en contubernio con la Organización de Estados Americanos, avalaron la firma de un acuerdo de paz que los hizo permanecer en territorio dominicano. Con esta presencia, se celebraron elecciones vigiladas y supeditadas a los intereses foráneos al pueblo dominicano. Desde entonces y hasta la fecha, el Gobierno de los Estados Unidos de América se ha caracterizado, como en el resto del continente americano y del mundo, por una constante e irrespetuosa injerencia en los asuntos internos de nuestro país, muchas veces en menoscabo de nuestra institucionalidad política.
El daño propiciado por la interrupción del orden constitucional del 63 y por la intervención militar de su país en el nuestro ha dejado un legado funesto para la vida de los dominicanos y dominicanas en los últimas cinco décadas. La institucionalidad democrática ha sido signada por la inequidad y exclusión social, la reproducción de la pobreza y por la violación sistémica de los derechos humanos por razones sociales y por razones políticas.
Usted, presidente Obama, se ha caracterizado por ser un jefe de Estado diferente a sus antecesores. Sus orígenes sociales lo hacen más cerca de los pueblos humildes y vilipendiados por la historia de los poderosos. En tal sentido, apelamos a su sensibilidad social y política, y a su alto sentido de responsabilidad histórica para reclamar, formalmente, y en nombre de la juventud dominicana de hoy, el desagravio público de los Estados Unidos por el crimen de Estado perpetrado por sus Fuerzas Armadas al invadir nuestro territorio, malograr nuestra democracia, secuestrar la voluntad popular de nuestro pueblo, y asesinar a miles de inocentes.
Presidente Obama, usted pronunció las siguientes palabras durante la reciente Cumbre de las Américas, al comentar la lucha por la justicia social de los afroamericanos como usted en su país: “Y a pesar de las golpizas de ese día, regresaron junto con más personas. Y la consciencia de una nación se agitó. Sus esfuerzos doblaron, de acuerdo con las palabras del Dr. Martin Luther King, el arco del universo moral hacia la justicia”.
Ante tales palabras, creemos justo que después de 50 años, presidente Obama, el Gobierno de los Estados Unidos desista de intervenir en la agenda política dominicana, y presente disculpas públicas por la agresión militar de su país al nuestro, como prueba sincera de un estadista que procura la fraternidad entre los pueblos y la esperanza de un futuro diferente, sobre un pasado de verdad. Porque somos parte de él, le afirmamos que el pueblo dominicano sabe perdonar a quien lo respeta.
Agradeciéndole su atención, quedamos de usted, con nuestras mejores salutaciones, nosotros, cincuenta jóvenes representa ntes de diferentes organizaciones y orígenes sociales de la República Dominicana de hoy.
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