Iowa abre las primarias EE.UU con los candidatos empatados

El estado de Iowa abre este lunes el proceso de elecciones primarias en Estados Unidos, para elegir los candidatos republicano y demócrata. Por el partido republicano compiten Donald Trump y Ted Cruz; por el demócrata tienen más posibilidades Hillary Clinton y Bernie Sanders.

En institutos y restaurantes de todo el estado, los quince aspirantes demócratas y republicanos se afanan por convencer a los indecisos de apoyarles en los caucus, las asambleas populares con las que Iowa inaugura el proceso de selección de los dos candidatos que en noviembre concurrirán a las elecciones generales.

Trump llega con un28% de respaldo y Ted Cruz, con un 23%». Vamos a ganar», dijo Trump ante cientos de personas en una escuela de Council Bluffs, en la frontera entre Iowa y Nebraska. El magnate, protagonista de un increíble auge pese a la oposición del aparato del partido republicano, llega a la cita de Iowa con el 28 % del respaldo entre los votantes republicanos, seguido por el senador Ted Cruz, con un 23 % de apoyos, según la última encuesta, publicada este sábado por el diario Des Moines Register.

Trump se atrevió incluso a pronosticar que, además de en Iowa, ganará en «estados sobre los que normalmente no piensan» los republicanos, incluido el suyo, Nueva York, un fuerte feudo demócrata.

Antes del acto, cientos de personas esperaron durante horas a que abrieran las puertas, muchos de ellos seguros de que el magnate no es meramente una moda pasajera y seducido por su mensaje, incluida su promesa de deportar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que hay en el país.

Ted Cruz, la alternativa a Donald Trump, pero el aspirante republicano más activo en Iowa ha sido Cruz, el ultraconservador senador por Texas que es el favorito entre los evangélicos, un grupo de votantes clave para los aspirantes republicanos en este estado del medio oeste estadounidense. No nos van a engañar más. «Este es el momento de que los hombres y mujeres (conservadores) de Iowa tomen la decisión de decir: no nos van a engañar más», aseguró Cruz, que ha recorrido los 99 condados de Iowa en los últimos meses tratando de presentarse como una alternativa a la derecha de Trump.

«Tanto Cruz como Trump quieren apelar a la gente que siente que ha quedado al margen, que ha sido ignorada por los poderes que mandan en Washington», explicó un profesor de ciencias políticas en la Universidad de Drake en Des Moines, Dennis Goldford. Casi el 40 % de los votantes registrados republicanos que sienten que el sistema político está amañado a favor de los más ricos de EE.UU aseguran que apoyan a Trump, quien paradójicamente es multimillonario, según la citada encuesta que se publicó el sábado.

El demócrata Bernie Sanders compite con Clinton Entre los demócratas, más de dos tercios de los votantes registrados comparten esa misma impresión, lo que puede explicar en parte el auge de Bernie Sanders, un senador de 74 años que se define como socialista y aboga por una revolución política que cambie el «corrupto» sistema financiero y electoral estadounidense.

Sanders ha logrado estrechar al máximo el margen de victoria de Clinton en Iowa, que ahora llega a las urnas con el 45 % de los apoyos frente al 42 % de los del senador, de acuerdo con la encuesta del Des Moines Register.

Hillary Clinton tiene un 45% de apoyo; Bernie Sanders se le acerca con un 42%. «Si la participación está en un rango normal, es probable que Hillary gane. Si es superior, será una buena noche para Bernie», afirmó David Axelrod, que fue el arquitecto de la exitosa campaña de Obama en 2008, al rotativo de Iowa.

Desde Council Bluffs, la misma ciudad del oeste de Iowa en la que Trump hizo hoy campaña, Clinton no parecía preocupada por esas predicciones. «Quédense conmigo. Quédense con la experiencia», pidió una pletórica Clinton a unos 300 simpatizantes que vitoreaban casi cada una de sus frases. Una derrota en Iowa supondría un duro revés para la exsecretaria de Estado, que ya perdió en el estado en 2008 contra Barack Obama y que probablemente resulte derrotada la próxima semana en las primarias de Nuevo Hampshire, el segundo estado en votar, donde Sanders tiene una amplia ventaja.

En el lado republicano, además de la pugna entre Trump y Cruz, el senador Marco Rubio, el neurocirujano Ben Carson y el exgobernador de Florida Jeb Bush están enzarzados en una lucha por el tercer puesto, que puede darles impulso en el resto del país.

En aquel tiempo, después de atravesar el lago de Genesaret, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Apenas desembarcó Jesús, vino corriendo desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu inmundo, que vivía en los sepulcros. Ya ni con cadenas podían sujetarlo; a veces habían intentado sujetarlo con argollas y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba las argollas; nadie tenía fuerzas para dominarlo. Se pasaba días y noches en los sepulcros o en el monte, gritando y golpeándose con piedras.

Cuando aquel hombre vio de lejos a Jesús, se echó a correr, vino a postrarse ante él y gritó a voz en cuello: «¿Qué quieres tú conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo? Te ruego por Dios que no me atormentes».

Dijo esto porque Jesús le había mandado al espíritu inmundo que saliera de aquel hombre. Entonces le preguntó Jesús: «¿Cómo te llamas?» Le respondió: «Me llamo Legión, porque somos muchos». Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.

Había allí una gran piara de cerdos, que andaban comiendo en la falda del monte. Los espíritus le rogaban a Jesús: «Déjanos salir de aquí para meternos en esos cerdos». Y él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y todos los cerdos, unos dos mil, se precipitaron por el acantilado hacia el lago y se ahogaron.

Los que cuidaban los cerdos salieron huyendo y contaron lo sucedido, en el pueblo y en el campo. La gente fue a ver lo que había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al antes endemoniado, ahora en su sano juicio, sentado y vestido. Entonces tuvieron miedo. Y los que habían visto todo, les contaron lo que le había ocurrido al endemoniado y lo de los cerdos. Ellos comenzaron a rogarle a Jesús que se marchara de su comarca.

Mientras Jesús se embarcaba, el endemoniado le suplicaba que lo admitiera en su compañía, pero él no se lo permitió y le dijo: «Vete a tu casa a vivir con tu familia y cuéntales lo misericordioso que ha sido el Señor contigo». Y aquel hombre se alejó de ahí y se puso a proclamar por la región de Decápolis lo que Jesús había hecho por él. Y todos los que lo oían se admiraban.

Redacción

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