HALO en primarias del Partido Fuerza del Pueblo en el Exterior

New York. – En términos militares HALO (Gran Altitud Apertura Baja) se refiere a una operación encubierta y de infiltración donde un grupo de hombres bien entrenados se lanzan a territorio enemigo desde un avión a 40 mil pies de altura y abren sus paracaídas peligrosamente a escasos 2,400 pies de altura, una operación en la oscuridad de la noche tan rápida y precisa que sus ejecutores difícilmente podrían ser detectados. Algo parecido ocurrió el pasado domingo durante el proceso de consulta para elegir a los siete candidatos a diputados por la circunscripción # 1, 2 y 3 del exterior.

El salto se inició al mismo momento que se tomó la decisión de cancelar el proceso de selección que originalmente sería por encuestas. Con tan solo dos semanas para reajustes de campaña, diseño del programa de votación, prueba e implementación de un programa modelo para manejar tan delicada situación era prácticamente imposible garantizar la transparencia y credibilidad del proceso. Parece sencillo, pero según peritos en el asunto, no lo es.

El Partido Fuerza del Pueblo, definitivamente es una astilla que se desprendió de su palo madre, el PLD, y que la gota conceptual que ningún dominicano pueblista olvida, que aún retumba en sus memorias es “EL ALGORITMO y el «GRAVE FALLO TECNICO – ELECTRONICO” en la primarias del PLD en el 2019 y las elecciones municipales en la Republica Dominicana en febrero del año 2020, de manera que estos eventos al cruzarse con la consulta – primaria ya mencionada dan mucho de qué hablar, y del porque en estos tiempos en nuestro sistema político, partidario y electoral esa modalidad de votación o selección por un buen tiempo debería ser puesta a un lado.

Este proceso de votación no estuvo a la altura de un Leonel Fernández, que nos habla de avances tecnológicos e inteligencia artificial (IA). Desde el comienzo de la contienda hasta prácticamente el final del “SORTEO” la programática solo ofreció a la membresía del partido grandes sorpresas y amargas decepciones con el destape de graves errores de diversos calibres, el peor de ellos no era precisamente un error, más bien, fue una irregularidad que permitió la suplantación de identidad, ósea, que una persona sentada en Santo Domingo o Pensilvania podía votar por otra que estaba en New York. Eso es inaceptable, intolerable e inmerecido desde cualquier punto de vista electoralmente hablando.

El Partido Fuerza del Pueblo y su líder, el Dr. Leonel Fernández, no debería de darse el lujo de consentir y tolerar estas anomalías que el mismo aborreció y que ha combatido en los últimos cuatro años. Ese equipo empresarial HALO no debió nunca asaltar los cimientos de una estructura partidaria que representa con su color verde la esperanza del pueblo dominicano.

Lo insólito es que con notorio espanto nadie se refiere con propiedad y repudio a tan repugnante hecho. Podrán decir lo que quieran, no hay que mostrar evidencias, las pruebas de la verdad vienen del proceso en sí mismo, están ahí y es de conocimiento de todos sus miembros y la diáspora que nunca ha sido representada dignamente.

Ahora con las fuerzas divididas dentro de su propio partido y el liderazgo suelto, a la deriva, apático a trabajar con quienes jugaron con indelicadezas, no es difícil concluir que es poco probable que una, solo una de las posiciones o representaciones a diputado sea ocupada por el Partido Fuerza del Pueblo.

Los candidatos que con anuencia se lanzaron desde los 40 mil pies de altura y que por desgracia no se les abrirán sus paracaídas, con antelación son consideradas natimuertas y lamentablemente están destinadas al fracaso.

El Motín

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