Rafael Merchán, el exsecretario de Transparencia de la Presidencia de Colombia que estaba próximo a declarar en el caso Odebrecht cuando fue hallado muerto en su apartamento de Bogotá a finales del año pasado, se suicidó con cianuro, informó este miércoles el fiscal general Néstor Humberto Martínez.
La fiscal encargada del caso decidió archivar las investigaciones sobre un episodio que ha sacudido a la opinión pública.
El deceso de Merchán, de 43 años, se produjo por «intoxicación por ingesta de cianuro», de acuerdo con el dictamen preliminar del Instituto de Medicina Legal, explicó Martínez. Durante la rueda de prensa exhibió videos y evidencias de que el exfuncionario adquirió la sustancia en una tienda de químicos del centro de Bogotá, el pasado 21 de diciembre.
De esta manera, quedaría cerrado judicialmente el caso y así le fue informado en la tarde de hoy, luego de una reunión de cerca de dos horas, a la familia del doctor Rafael Merchán», con el propósito de que tuvieran acceso directo a las evidencias, apuntó Martínez.
Detalló que Merchán buscó en internet información sobre cianuro esa madrugada y después llamó a varias empresas de químicos, según los registros de su celular.
Luego de salir para comprar un kilo de cianuro por 33.000 pesos (unos 10 dólares), sacó dinero de un cajero automático y regresó a su apartamento. Un video del ascensor divulgado por la fiscalía muestra a Merchán, de chaqueta roja y pantalones claros, con el tarro en las manos. Permaneció solo ese día y murió entre el 21 y el 22 de diciembre, aseguró Martínez. Su cuerpo fue hallado el 28 de diciembre.
Merchán fue secretario de Transparencia —una suerte de zar anticorrupción— y cónsul durante el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), y se preparaba a rendir su testimonio en una de las investigaciones sobre los sobornos de la constructora brasileña en Colombia.
En concreto, en el proceso penal contra el expresidente de la Asociación Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade, en el que se anticipaba que iba a declarar en su favor. Andrade también es ciudadano estadounidense, se encuentra actualmente fuera de Colombia y se ha declarado víctima de una persecución.
El testigo más importante en Colombia del caso Odebrecht, Jorge Enrique Pizano, interventor de una concesionaria de la constructora brasileña, también falleció el año pasado tras sufrir un infarto.
Su deceso vino acompañado esa misma semana de noviembre del envenenamiento de su hijo Alejandro Ponce de León, que falleció tras beber de una botella que encontró en el escritorio de su padre y que contenía cianuro.
Esas muertes han ensombrecido las pesquisas sobre el caso Odebrecht, lo que a su vez ha sometido a Martínez a una enorme presión. Diversos sectores le reclaman que renuncie ante los conflictos de interés que se le pueden presentar.
El fiscal ha optado por inhibirse en temas puntuales, y el mes pasado la Corte Suprema de Justicia escogió de una terna propuesta por el presidente Iván Duque un fiscal ad hoc para tres de las múltiples líneas de investigación.