Félix Hernández lleva suficiente tiempo en Grandes Ligas como para saber si todavía le queda algo en el tanque. Pero debido a los problemas que ha tenido en los últimos tres años, el ganador del Premio Cy Young de la Liga Americana en el 2010 tiene motivos para sentirse contento de haber ayudado a los Bravos a superar a los Orioles 5-0 el sábado, en el primer juego de la Liga de la Toronja en el CoolToday Park.
“Físicamente, me siento al 100%”, dijo Hernández. “Estoy sano. Si sigo haciendo lo que hice hoy, me voy a ganar ese puesto”.
Hernández busca extender su carrera a medida que lucha por una de las dos vacantes en la rotación de los Bravos. Dejó una buena primera impresión, al registrar dos ponches y no permitir imparables en dos entradas en blanco. La competencia que enfrentó Hernández consistió principalmente de jugadores de ligas menores de los Orioles, pero siguen habiendo motivos para estar optimistas, por su lenguaje corporal, que indica que está en salud.
“Me gustó la agresividad que mostró”, dijo el manager de los Bravos, Brian Snitker.
El venezolano de 33 años registró sus primeros dos ponches durante un primer episodio perfecto, y retiró el segundo luego de otorgar una base por bola y tirar un wild pitch. El diestro veterano necesitó 30 lanzamientos (17 strikes) para completar los dos tramos de labor. Llegó al campamento en una mejor condición física, producto del trabajo que hizo en el receso de temporada, con la intención de recuperar el comando de su curva y cambio.
“Buenos resultados”, dijo Hernández. “Estaba lanzando muchos strikes. Eso es lo más importante, me sentí bien”.
Hubo un momento en el que este tipo de salida no hubiese sido de mayor importancia para Hernández, quien ha sido convocado a seis Juegos de Estrellas. Pero eso era antes de que registrara efectividad de 5.46 en 59 aperturas por los Marineros, tramo en el que se vio afligido por múltiples lesiones. Dos dolencias en el brazo lo limitaron a 16 salidas en el 2017, y una lesión en un músculo lateral le permitió hacer apenas 15 aperturas el año pasado.
Luego de aceptar un pacto de ligar menor que le garantiza US$1 millón si hace el roster de Atlanta, Hernández lucha por un puesto en los entrenamientos por primera vez desde que debutó en el 2005 con los Marineros a los 19 años.
“Estoy emocionado”, dijo Hernández. “No veo la hora de hacer mi próxima apertura”.