La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) indicó debe haber con urgencia un comportamiento ético en la sociedad dominicana para enfrentar realidades como el tráfico y consumo de drogas, la impunidad, la corrupción, las elecciones del 2020, la inmigración, entre otros temas de interés nacional.
De acuerdo a un mensaje publicado en sitio de Internet, los prelados invitan a la ciudadanía a acoger los principios rectores propuestos en la Ley 41-08, de Función Pública: cortesía, decoro, discreción, disciplina, honestidad, vocación de justicia, lealtad, probidad, pulcritud y vocación de servicio, de modo que puedan dar cuenta de los bienes que administran en beneficio de otros.
“Reiteramos la necesidad de que nuestra sociedad se oriente de manera inminente por el camino de la institucionalidad, el bien común, el respeto, la responsabilidad y el orden”, exigen los religiosos.
Sobre las elecciones del 2020, los obispos indican que hace falta darles mayor participación a los jóvenes en el ámbito político y laboral, otorgarles oportunidades y promocionar iniciativas que impulsen el emprendedurismo.
Al referirse a la impunidad, insisten en que debe haber consecuencias contra aquellos que cometen irregularidades y delitos, para lo cual se necesitan jueces probos cuyos fallos reflejen la sana administración de la justicia, que sean imparciales y no determinados por sobornos.
Ante el virus de la corrupción que permea instituciones públicas y privadas, y conscientes de que es un gran mal de la sociedad, los prelados demandan personas transparentes en la administración de los fondos públicos y en sus obligaciones tributarias a nivel privado.
En torno a la inmigración, la CED explica que mientras el Estado está obligado a fortalecer la aplicación de las leyes migratorias en el país, tomando en cuenta las irregularidades existentes en la frontera dominico-haitiana, la Iglesia tiene como misión llevar la buena nueva a todos.
Al mismo tiempo reiteran que es indiscutible la ayuda que como dominicanos hemos dado y seguiremos dando a Haití, pero ella reclama la solidaridad de la comunidad internacional, sobre todo de las naciones ricas y poderosas, que le ayuden a salir de su situación y es necesario que Haití asuma su responsabilidad.
Con relación al tráfico y consumo de drogas, señalan que las recientes situaciones del 2019 confirman que este mal afecta gravemente a la familia, provocando crisis a sus miembros, motivo por el cual hacen un llamado a las autoridades para fortalecer la lucha contra este flagelo.
Los obispos insisten en el respeto a la vida del ser humano en todas sus dimensiones, desde su concepción hasta la muerte natural, razón por la que rechazan todas las formas de agresión a la misma: abortos, feminicidios, homicidios y suicidios, y demandan con urgencia crear conciencia en la población sobre el respeto a la mujer para erradicar los feminicidios en el país.
En el Mensaje, los representantes de la Iglesia Católica en la República Dominicana aprovechan la ocasión para pedir a todos los estamentos de la sociedad que “asumamos la tarea de vivir y educar de acuerdo a la ética y con los valores de la honestidad, equidad, verdad, trabajo, responsabilidad, respeto, solidaridad, fraternidad, justicia, hospitalidad y amor a la familia”, ya que “el país es de todos y todos somos responsables de su buena o mala marcha”.