Por: Jaime Bruno
Las elecciones de medio termino en los Estados Unidos está a la vuelta de la esquina y con ella un preludio a las elecciones presidenciales en el 2024. Que sucedería en estos momentos de radicalización política si los republicanos nominan a alguien como el ex presidente Donald Trump, con problemas legales a granel y que es moralmente inaceptable para millones de estadounidenses y como contraparte los demócratas nominan a Bernie Sanders, alguien que hasta cierto punto es ideológicamente inadmisible, con edad avanzada y algunos que otros problemas de salud, ¿por quién se decidirían esos millones de votantes con esas incertidumbres. ¿Terminaría Trump ganancioso si los votantes rehúyen abalanzarse hacia la casi extrema izquierda?
Siguiendo los pasos del grupo “No Labels”, que ha estado ha estado trabajando sigilosamente por más de 10 meses para brindarles a los ciudadanos estadounidenses una tercera opción viable. Este conglomerado de activistas políticos está muy seguro de alcanzar sus metas. Cuentan con que los partidos republicano y demócrata nunca nominen a un candidato aceptable para el centro del electorado, de manera que la operación y discrepancias presidenciales nunca se cierren; de manera que, si ambos partidos llegan a radicalizarse, entonces podría haber una tercera opción unitaria que atraiga tanto a los demócratas como a los republicanos descontentos para combatir este período de disfunción polarizada.
La maniobra No Labels es un proyecto de $70 millones de dólares, y ya en la actualidad este grupo ha recaudado más de $40 millones o en parte prometido. Los “No Labels” ha ideado cuatro ejes centrales para alcanzar su objetivo. Como es natural el primer objetivo es tener acceso a la boleta electoral con un posible tercer candidato en los 50 Estados y el Distrito de Columbia. Trabajan con peritos estrategas legales, políticos y compañías que se dedican a las peticiones firmas y así poder establecer su espacio en las boletas electorales de 2024. De hecho, ya poseen más de cien mil firmas en Ohio y más de cuarenta y siete mil firmas en Arizona.
La segunda prioridad en agenda es crear una base de datos sobre aquellos estadounidenses que están de acuerdo con una tercera opción o boleta de unidad. Análisis sobre esta prioridad sugiere que podrían haber alrededor de 64 millones de electores que apoyarían tal esfuerzo, incluido aproximadamente 24 millones de personas que votaron por Donald Trump en las elecciones del 2020 y alrededor de 15 millones de los electores demócratas que apoyaron al hoy presidente Joe Biden en las mismas elecciones, de la misma manera una gran cantidad de electores independientes. Los “No Labesl” han podido identificar 23 estados de gran importancia electoral y donde una candidatura unitaria podría ser exitosa con pluralidad de votos, entre esos estados esta Pensilvania, Carolina del Norte, Virginia, Texas, Colorado y Minnesota. La visión es que, si en estos estados se obtuviera la diversidad, estarían garantizados los 279 votos electorales y la presidencia de los Estados Unidos.
La tercera visión seria diseñar una agenda política interesante, que atraiga votantes de unidad. Los temas del momento para los demócratas y republicanos son los siguientes: primero, reforma migratoria integral con fronteras seguras, una vía hacia la ciudadanía para inmigrantes DACA, tema energético y la autosuficiencia con energía limpia, control de armas de fuego y el siempre conflictivo tema del aborto.
Crear una infraestructura para candidatear y nominar a un candidato potencial sería el cuarto objetivo. El grupo ya cuenta con potenciales lideres a nivel de los Estados de la unión. Muchos de ellos son simples ciudadanos estadounidenses, pero otros son de liderazgo trascendentales. Para ellos es vital crear un proceso de nominación transparente que genere el interés del público, por lo que utilizarán la tecnología. La meta es realizar la convención de nominación en el estado de Texas, exactamente después de que se conozca quienes son los nominados por el partido demócrata y republicano. La idea general de los “No Labels” no es crear un tercer candidato, la idea es más profunda, la verdadera intención es crear un movimiento único por una tercera opción en caso de que dos partidos principales abrasen malas decisiones.
La gran pregunta seria la siguiente: ¿Qué peligros afrontan los partidos mayoritarios? El mayor de los peligros para los demócratas sería que el candidato de este movimiento les absorba suficientes electores y terminen reeligiendo al ex presidente Donald Trump para un segundo término presidencial. Esta es una posibilidad muy real, aunque algunos activistas del movimiento opinan lo contrario cuando puntualizan que resultaría más fácil encontrar adeptos en el partido republicano. Otro problema sería si el candidato de No Labels no lograra generar ningún entusiasmo, y como las encuestas afirman que millones de ciudadanos no les gustan ninguno de los dos partidos principales, los electores podrían emular al avestruz cuando hay peligro y se taparían los ojos a la hora de votar para derrotar al partido y candidato que más odian.
En la actualidad y por los aires de cambios en Latinoamérica, en las elecciones presidenciales norteamericanas para el 2024 habrá mucho más espacio para correr en el medio de estas dos grandes organizaciones políticas. Se nota en Estados Unidos de Norteamérica un espíritu de contradicciones políticas como nunca antes y se respira con ansiedad un aire de cambios. La verdad es que mucha gente vería los esfuerzos de este grupo con escepticismo, pero reflexionando en torno a todas estas variables concluyo que la política es movimiento y el electorado estadounidense ha madurado bastante, si existe una oportunidad para una tercera opción, es ahora.
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