Redacción El Motín.-El presidente del Concejo de la ciudad, Corey Johnson, junto a varias organizaciones que están vinculadas a la asistencia de las familias vulnerables, plantearon al alcalde Bill de Blasio que vuelva a autorizar fondos de emergencia para los neoyorquinos que padecen hambre como secuela de la pandemia de COVID-19.
De acuerdo con cifras del Concejo municipal, antes de la crisis económica causada por la pandemia, 1 millón de personas vivían bajo el umbral de la inseguridad alimentaria. Al momento esa cifra se duplicó y hay 2 millones de neoyorquinos que encaran dificultades para costearse sus alimentos.
En una carta abierta dirigida a De Blasio, Johnson, el director ejecutivo de Met Council, David Greenfield, y la presidenta de United Way de la ciudad de Nueva York, Sheena Wright, reclaman la reautorización de $ 25 millones de fondos de emergencia, tal como lo hizo en mayo del año pasado, cuando alcalde asignó ese monto para financiar la operación de las despensas de alimentos.
El documento ilustra el caso de las familias que, por causa de la pandemia, han perdido a un proveedor en casa, especialmente entre las comunidades negras e hispanas que están luchando económicamente. A este panorama se suman los neoyorquinos indocumentados que se han quedado fuera de la ayuda federal y ahora dependen de los proveedores de alimentos de emergencia para su alimentación.
“El alcalde de Blasio debe actuar de nuevo. Millones de neoyorquinos todavía necesitan este apoyo. Hemos perdido familiares, amigos, vecinos y seres queridos en la lucha contra COVID-19 y sus muchas devastaciones. Millones de neoyorquinos están sin trabajo. Nuestras personas mayores están confinadas y aisladas. Los niños están fuera de la escuela y lejos de sus amigos y maestros, mientras sus padres luchan por poner comida en la mesa”, destaca el documento.
El Met Council on Housing, que defiende derechos de los inquilinos y la filial de Nueva York de United Way (UWNYC) una organización sin fines de lucro dedicada a ayudar a los neoyorquinos de bajos ingresos, señalan en la carta que buscan reconstruir una ciudad donde todos los neoyorquinos puedan prosperar, pero en este momento los residentes tienen hambre y luchan por cubrir sus necesidades básicas.
La demanda en despensas y otras iniciativas de alimentos gratuitos como el Programa de Asistencia para Alimentación Suplementaria (SNAP) se incrementó en más del 55%, mientras que la Administración De Blasio aprobó $170 millones de inversión para combatir el hambre durante la pandemia, según datos de la Administración de Recursos Humanos.
De acuerdo con el Departamento de Servicios Sociales, hay 1,000 despensas y comedores en los cinco condados de la ciudad.
Afortunadamente, subrayan los firmantes, la disponibilidad y flexibilidad de los fondos de emergencia de la ciudad ayudaron a evitar una crisis de hambre más grande en la ciudad de Nueva York, lo que permitió a los proveedores abrir sitios emergentes adicionales, comprar PPE y el equipo necesario, y hacer lo que fuera necesario para garantizar que los necesitados pudieran acceder a alimentos nutritivos.
El Met Council y United Way trabajaron en estrecha colaboración con la Oficina de Política Alimentaria del alcalde, los concejales, Caridades Católicas, City Harvest, Food Bank for New York y otras organizaciones.
El documento denuncia que la demanda de alimentos nunca ha sido tan inmensa ni la situación tan terrible a tal punto que los padres están reduciendo sus propias comidas para alimentar a sus hijos.
Hay miles de neoyorquinos ancianos, incluidos sobrevivientes del Holocausto y personas con discapacidades, que están confinados en sus hogares y son vulnerables al COVID-19. Hay taxistas y estudiantes universitarios que necesitan apoyo, así como propietarios de pequeñas empresas que se hundieron en este desafiante entorno económico y social, concluye la carta.
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