Por Alejandro Santos
De repente, todos hemos sido sorprendidos que existe un Colegio de Abogados con un valor transcendental para la sociedad y los partidos políticos. ¿Nos preguntamos de donde surge este desmesurado interés por tomar control de este Colegio, como y por qué se invierten tantos esfuerzos y recursos para ganar unas elecciones internas?
Son muchas otras las preguntas que gravitan en las mentes de los que desde fuera observamos las pugnas y las actuaciones extremas de los abogados involucrados directamente en las disputas por obtener la mayoría de los votos en las pasadas elecciones celebradas este mes de diciembre.
La primera respuesta que trata de explicar lo acontecido se achaca a que ya estamos dentro de un proceso electoral para las elecciones municipales, congresuales y presidenciales, que los resultados del Colegio de Abogados es un parámetro para extrapolar los posibles resultados de las elecciones del próximo año.
Lo cierto que no es exactamente concluyente inferir que las elecciones del Colegio de Abogados es de tal magnitud que determinan los resultados de las demás elecciones, inclusive las presidenciales.
Otorgar un nivel de incidencia tan elevado a los resultados de las elecciones de los abogados, solo sirven como cortina de humo para distraer la atención de lo que realmente está en el trasfondo de los dos principales bandos que se disputan a sangre y fuego el Colegio, obviamente no se trata de una batalla totalmente política para llevarse el trofeo de ganador.
Queda dentro de una amplia gama de misterio y nebulosa la verdad del porqué este proceso fuera de lo estrictamente político ha despertado un interés tan exagerado en los principales protagonistas que han intervenido dentro de los abogados.
En la recién elecciones de Abogados lo realmente preponderante fue el interés personal y particular de sus actores, y no tanto el cumplimiento a una estrategia de los partidos políticos, los ejemplos huelgan, y solo basta ver lo que sucedió con el candidato Diego José García, quien admitió haber recibido millones de pesos y por el otro lado las inversiones extravagantes de Johan López.
En la manera que se dieron los hechos se ve claramente la ausencia de intervención de los principales líderes de los partidos políticos, no se percibe el involucramiento directo de Luis Abinader, Danilo Medina y Leonel Fernández.
Entendemos que la nefasta experiencia que deja el proceso de elección del Colegio de Abogados no se debió exclusivamente a la participación de los partidos políticos y sus líderes, por el contrario, el desastre que se presentó fue más bien por la falta de participación directa y responsable del liderazgo de los partidos.
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