Campeón de seis títulos de Masters 1000 en 2015, Djokovic arriba a esta semifinal casi en la misma versión, ya con dos conquistas en 2016 y un récord de 20-1 en lo que va del año, siendo esa única derrota producto del retiro en Dubai por una infección en la vista.

Ante Nadal, el serbio ahora lidera el historial por 24-23, después de llevarse los últimos cinco duelos y sin ceder un solo set.

En paralelo, Djokovic también superó al español en otros rubros históricos, como el de semanas (consecutivas y totales) como N°1 del mundo.

En Indian Wells, de hecho, vuelve a entrar en juego esa dimensión, ya que si Djokovic se queda con el trofeo llegará a las 27 coronas de Masters 1000, alcanzando la marca del propio Nadal en lo más alto.

«Rafa es un gran competidor, un gran luchador», elogió Djokovic en la previa. «Nunca se rinde. Siempre te hace jugar una más. Los dos nos hemos ganado múltiples veces y sé cómo prepararme».

Este año ya hubo cruce entre ambos, con sencillo 6-1 y 6-2 para el serbio en la final de Doha. De los últimos 10 enfrentamientos, Djokovic ganó nueve.

Buscando recién su segundo título de Masters 1000 en los últimos 20 disputados (y sin conquistas ATP en ocho meses), Nadal tiene otra chance para despegar después de una gira con dudas por Latinoamérica.

«Son momentos. Hoy me siento jugando bien, con mucha actitud», comparó tras sortear a Kei Nishikori en cuartos, duelo que calificó como «uno de los mejores de estos últimos tiempos». ¿Tendrá extensión contra el N°1?

Opacados por las luces del Djokovic-Nadal, en la otra llave colisionan Milos Raonic y David Goffin. El canadiense lleva un ritmo bárbaro en 2016, con título en Brisbane y semifinales en Australia, mientras que el belga alcanzaba su primera semifinal de Masters 1000.

En un partido cambiante y parejo a la vez, fue triunfo de Raonic por 6-3, 3-6 y 6-3 en dos horas exactas de juego, luego de tener 100% (3/3) de efectividad en break points.