Decenas de armas blancas, bebidas alcohólicas, teléfonos celulares, computadoras y electrodomésticos fueron ocupados este miércoles en una requisa, supuestamente sorpresiva, hecha por la Dirección General de Prisiones, representantes del Ministerio Público, militares y agentes de la Policía en la fortaleza San Fernando de Montecristi.
Tras los decomisos, algunos reclusos intentaron amotinarse, pero fueron dispersados por militares y policías que lanzaron al menos dos gases lacrimógenos al interior del recinto carcelario.
Las autoridades dijeron que entre las armas incautadas figuran tres machetes, 30 teléfonos celulares, 44 cargadores, l6 baterías, nueve cuchillos, 18 cucharas afiladas, cinco tenedores, siete tijeras, nueve cortauñas, una caja de whiskys y dos cubetas en las que preparaban bebidas alcohólicas.
También equipos de música para los fines de semana montar una discoteca en plena cárcel y un bar (prostíbulo con camas, que eran alquiladas a reclusos para que tengan sexo con mujeres), muchas de ellas prostitutas que acudían con frecuente el lugar.
Las requisas se realizaron luego de denuncias de familiares y presidiarios que se encuentran encerrados en esa cárcel, sobre supuestos maltratos por parte de otros reclusos que se autodenominan dirigentes del comité de disciplina que supervisa otro interno conocido como “San Juan”.
Los militares y miembros de la comisión entrevistaron a los reclusos, Jeffrey Castro, Nelson Sosa, Jairo Taveras Minaya y Nelson de Jesús Toribio, quienes según sus familiares que estaban siendo sometidos a maltratos por parte de miembros del comité disciplinario.
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