Hasta hace muy poco, si a alguien le hubieran dicho que Carlos Lehder, uno de los dos últimos fundadores del cártel de Medellín todavía con vida –el otro es Jorge Luis Ochoa–, estaría en la actualidad en libertad en Alemania y sin medida cautelar alguna, el receptor pensaría que está escuchando una fantasía. No es así. Lehder, un visionario dentro del tráfico de la cocaína al introducir los aviones en el negocio ilícito, es un hombre completamente libre y alejado del mundanal ruido por decisión propia en un enclave alemán no revelado.
“Ya canceló la factura”, dice Óscar Arroyave, en referencia al cumplimiento de la condena. Arroyave, abogado del exnarcotraficante, hace esta afirmación en conversación telefónica con este diario desde Miami. “El señor Lehder quiere vivir tranquilo, en compañía de su familia y con muchas ganas de conocer a sus nuevo nietos”, explica el letrado.
Carlos Lehder solo ha roto su silencio una vez desde que inaugurara su nueva vida retirada en Alemania y lo hizo a través de un medio colombiano y consistió en una breve entrevista escrita vía WhatsApp. En ella, por razones no demasiado aclaradas,quiso desautorizar a una de sus hijas, Mónica, residente en Colombia, que venía apareciendo en los medios de comunicación como supuesta portavoz de su padre.
El veterano exnarcotraficante desmintió que se encontrara mal de salud y añadió que jamás había autorizado a su hija para conceder entrevista alguna en los medios de comunicación en su nombre y que hasta se lo había prohibido explícitamente. “Pero ella no quiere obedecer”, dijo Lehder a la emisora colombiana Los Juanes Radio.
Lehder, cofundador del cártel de Medellín junto a Pablo Escobar y otros relevantes traficantes, cumplió 33 años de condena en prisiones de Estados Unidos. Fue el primero y casi el único gran traficante colombiano extraditado al país de las barras y estrellas en los años 80. Su detención, muy probablemente, respondió a una traición de Escobar.
La llegada de Carlos Lehder a Alemania tiene una explicación remota y es el hecho de que es hijo de ciudadano alemán y madre colombiana y conserva la doble nacionalidad. Además, todo parece indicar que este antiguo traficante, nacido en Armenia, departamento del Quindío (Colombia) tiene uno o dos hermanos residiendo en tierras germanas.
“Al quedar en libertad, pudo elegir ir a uno de los dos países de los que tiene nacionalidad, o Colombia o Alemania, y él prefirió Alemania”, explica el abogado Arroyave a La Vanguardia, a propósito del ofrecimiento que le brindó la administración estadounidense al cumplirse la condena. El letrado aclara que Lehder prefirió viajar a Europa que volver a Colombia por una cuestión de calidad de vida, aunque en su país natal no tuviera en esos momentos cargos contra él.
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