El MotínLa Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha anunciado esta semana la realización de una prueba de su misil balístico intercontinental (ICBM) Minuteman III con el objetivo de demostrar la preparación y eficacia de sus fuerzas nucleares.
El ejercicio comenzó a la 01:00 hora del Pacífico (05:00 horas del Este) desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California, apenas unas horas después de que Rusia desplegara su ICBM «Yars» para un entrenamiento de combate, lo que incrementa el miedo ante una posible escalada que desencadene en la Tercera Guerra Mundial.
«El lanzamiento de prueba del Minuteman III de hoy es solo una de las formas en que el Departamento de la Fuerza Aérea demuestra la preparación, precisión y profesionalismo de las fuerzas nucleares estadounidenses», señala en un comunicado el Secretario interino de la Fuerza Aérea, Gary Ashworth. «También brinda confianza en la letalidad y la eficacia de la misión de disuasión nuclear del país«, añade.
El misil Minuteman III recorrió una distancia de 6.800 kilómetros en tan solo 22 minutos, alcanzando una velocidad de 24.000 kilómetros por hora antes de impactar en un campo de pruebas cerca del atolón de Kwajalein, en el océano Pacífico.
Este tipo de misil, diseñado para alcanzar cualquier objetivo global en menos de 30 minutos, representa un componente clave de la capacidad de disuasión nuclear de Estados Unidos, especialmente frente a países considerados amenazas significativas, como Rusia y China, que están ubicados a unas 5.900 y 6.000 millas de California, respectivamente.
«No fue una respuesta»
A pesar de la visibilidad de la prueba, y el momento en que se realizó, justo después del ejercicio ruso, la Fuerza Espacial de EEUU aclaró que el lanzamiento fue parte de un ejercicio programado «y no fue una respuesta a los acontecimientos mundiales actuales«.
«Facilitar los lanzamientos de prueba desde el Western Range en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg es un componente fundamental de nuestra misión y de la estrategia de defensa nacional«, justifica el coronel de la Fuerza Espacial de EEUU, Dorian Hatcher, comandante adjunto de Space Launch Delta 30, la unidad anfitriona que supervisa todas las operaciones del puerto espacial y del Western Range en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg.
Por su parte, el coronel Dustin Harmon, comandante del 377.º TEG, explica que, durante la prueba, los expertos recabaron y analizaron «el rendimiento y otros puntos de datos clave para evaluar las competencias actuales del sistema de misiles». «Esto permite a nuestro equipo analizar e informar sobre la precisión y confiabilidad del sistema actual, al mismo tiempo que validamos las mejoras proyectadas al sistema de misiles. Los datos que recopilamos y analizamos son cruciales para mantener Minuteman III mientras allanamos el camino para Sentinel» desarrolla.
Para ello, se eligieron aviadores de las tres alas de misiles para formar el grupo de trabajo que respaldaría el lanzamiento de prueba, mientras que el personal de mantenimiento del Ala de Misiles 90 en la Base de la Fuerza Aérea Warren, en Wyoming, atendió las necesidades de mantenimiento.
Prueba rusa
Horas antes de la prueba estadounidense, Rusia había desplegado lanzadores autónomos del misil RS-24 Yars, un ICBM capaz de portar ojivas nucleares. Según un comunicado del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, estos lanzadores fueron enviados a patrullar una ruta de combate, un movimiento que subraya la disposición de Moscú para intensificar su postura militar.
Actualmente, Rusia posee el mayor arsenal de armas nucleares en el mundo, con aproximadamente 5.580 ojivas nucleares, según reveló el informe de la Federación de Científicos Estadounidenses del año pasado. EEUU le sigue de cerca con alrededor de 5.040 ojivas, mientras que China, con un arsenal significativamente más pequeño, cuenta con unas 500 ojivas nucleares.
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