Manuel Rafael García Lizardo

Mis huellas por la Junta Electoral del Distrito Nacional (4-6)

Por José Manuel Vargas González (Vargazo)

El pleno de los jueces (entiéndase: Manuel Rafael García Lizardo, que lo presidia, Luis Nelson Pantaleón González, Pompillo Bonilla Cueva; Fulgencio Robles López, José Henríquez Almánzar, Leonardo Matos Berrido) de la Junta Central Electoral, hacia lo interno de esta última, y para asegurar la agilización de los trabajos preparativos de la votaciones generales del 16 de mayo de 1994. Creó la Dirección Nacional de Elecciones. Bajo la dependencia sólo y único de dicho pleno.

Al doctor, Julio Enrique Brea Franco, destacado profesional del derecho, le correspondió el haber sido el primer titular de tal dirección Nacional, Por selección a unanimidad. Y sobre sus hombros, pues, recaía una grande responsabilidad: El montaje de los preparativos, para los comicios generales del 16 de mayo de 1994.

Julio Brea Franco

La idéntica responsabilidad, pero en lo concerniente al Distrito Nacional, asumía el señor, Manuel Ulloa Acheca, a la sazón Secretario de la Junta Electoral del Distrito Nacional.

Para la implementación de tal trabajo, éste, contaba con el apoyo y respaldo del pleno de los jueces, de la Junta Electoral del Distrito Nacional, que estaba conformado por el doctor, Octavio Amiama Castro («Tavito»).

 

Doctor Joaquín Balaguer, candidato presidencial del PRSC y aliados.

¿Y en que consistía tal trabajo preparativo?

En primer lugar. Elaborar el programa de la capacitación de los potenciales funcionarios de Colegios Electoral. Preparar el material para esa capacitación, Seleccionar el personal responsable del impartir la capacitación. Poner fechas.

En segundo lugar. Empezar el proceso hacia la búsqueda de potenciales recintos de votación. Tomar en consideración aquellos que siempre han sido usados.

En tercer lugar. Abrir la apertura de las inscripciones para potenciales funcionarios de Colegios Electorales. Entregar el formulario de solicitud, a todo aquel interesado interesados. Localizar, constatar y verificar, vía telefónica, a quienes ya han trabajado en tal sentido.

En cuarto lugar. Seleccionar definitivamente todos los recintos de votaciones que funcionarán en el área del distrito nacional. Publicarlos en uno de los medios escritos de comunicación nacional.

En quinto lugar. Trasladar hacia el local de la Junta Electoral del Distrito Nacional, el material de los cursillos de capacitación de los potenciales funcionarios de colegios electorales.

En sexto lugar. Apertura de los Cursillos de Capacitación de potenciales funcionarios de Colegios Electorales. Establecer las fechas de impartición, horarios, y, lugares.

Manuel Ulloa Achecar, Secretario de la Junta Electoral del Distrito Nacional.

En séptimo lugar. Trasladar hacia la sede de la Junta Electoral del Distrito Nacional, las valijas y demás materiales a usarse en los colegios electorales el día de las votaciones generales.

En octavo lugar. Entrega de esas valijas y demás materiales, en la sede de la Junta Electoral del Distrito Nacional, a los presidentes de los colegios electorales todos.

Cierto y verdad es que, y de los eventos de votaciones generales en el país, que me tocó vivir desde la misma sede de la Junta Electoral del Distrito Nacional. El más convulsionado fuere el de mayo 16 de 1994. Pues, el mismo, estuvo matizado por las ocurrencia de incidentes, que acaecieron antes, durante y después, de tan importante evento nacional.
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¿Y cuáles fueren esos incidentes de más importancia?

Un primer incidente: En un momento dado, y para impedirle la entrada al salón de reuniones de los jueces de la Junta Electoral del Distrito Nacional. En actitud amenazante, militares de la Marina de Guerra, teniendo largas macanas en las manos, se colocaron frente (cercaron) a los integrantes del Equipo de Trabajo Político del Partido Revolucionario Dominicano en esa junta local
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Un segundo incidente: En otro momento dado, se pretendió acusar de robar piezas de las computadoras usadas en el local de la Junta Electoral del Distrito Nacional, a los integrantes del equipo de trabajo político del Partido Revolucionario Dominicano. La fuerte denuncia que hiciere el Doctor Peña Gómez, en el Programa televisivo Hoy Mismo, evito (paró) que se concretizare tal pretensión.

Un tercer incidente. El intento de asalto nocturno a la sede de la Junta Central del Distrito Nacional, par parte de equipo de hombre del Partido Reformista Social Cristianos. La oportuna aparición de un equipo de hombres del Partido Revolucionario Dominicano, tras la llamada que hiciere el doctor José Francisco Peña Gómez al señor Rafael Gamundy Cordero, impidió la concretización de tal fechoría:

Un cuarto incidente. En un momento dado, y bajo el pretexto de ser un centro de operación del Partido Revolucionario Dominicano. Contingente de gentes de la Policía Nacional, penetraron a la oficina de ingeniero del señor Ramón Cáceres, que estaba ubicada en la acera del frente, ( en donde hoy día funciona una cafetería) de la principal puerta de acceso a la Junta Electoral del Distrito Nacional.

Un quinto incidente. La permanente vigilancia, dada día, las veinte y cuatro (24 ) horas, a que estaban sometidos los integrantes del equipo político del Partido Revolucionario Dominicano, por parte de miembros de la Dirección Nacional de Investigación (DNI). No nos perdían ni pie ni pisada.

Un sexto incidente: En la la sede misma de la Junta Electoral del Distrito Nacional, la detención de «PAPITO MAZARA», quien para entonces era un conocido dirigente regional del PRD en el Distrito Nacional. Y, además, con la pretensión de, en una Rueda de Prensa, en el Palacio de la Policía, donde estaría presente el alto oficial militar responsable de la seguridad del Presidente de la Republica, Joaquín Balaguera, presentar a «Papito» como responsable de poseer decenas de extracto actas de nacimientos falsas; para así, darle un mortal golpe propagandístico – en contra – a la Candidatura presidencial del doctor José Francisco Peña Gómez.

La Jugada maestra del compañero Reynaldo Batista, malogró que se consumará tal despropósito.

Un séptimo incidente: Este acaeció, días después de celebradas las votaciones generales. Teniendo como escenario la principal puerta de entrada a la Junta Electoral Electoral del Distrito Nacional. Y consistió en el intento de apresamiento de los delegados Juan Dionisio Rodríguez y Fernando Fernández, por parte de agentes del Departamento Nacional de Investigación (DNI).

Dr. Octavio Amiama Castro («Tavito»), el presidente de la Junta Electoral del Distrito Nacional en 1994.

Este hecho, motivó la pronta solidaria presencia de los jueces todos de esa junta electoral local. Y los cuales, se opusieron, e hicieren resistencia, a tales intentos de apresamientos.

A nivel nacional, en las votaciones del 16 de mayo de 1994, el padrón de la Junta Central Electoral contaba con el total de 3, 598, 910 electores. Así también, con el total de Mesas Electorales. Y los resultados del nivel presidencial fueron:
Total Electores: 3,598,328 (100.0 %)
Votos emitidos:3, 146,710 (87.45 %)
Votos Válidos: 3,015,750 (84 %)
Votos Nulos:130,960 (12:%).
Abstención: 451,618 (12.55%)
PRSC Y ALIADOS (PQD, PDI, PPD, MCN, PRN): 1, 275,460 votos (42.29 %)
PRD Y ALIADOS (UD, PPC, PTD, BIS, CD): 1,253,179 votos (41.55 %)
PLD: 395,653 votos (13:12 %)
PRI: 68,910 votos
MIUCA: 22,281 votos

La diferencia entre el PRSC Y PRD, fue de 22, 281 votos.

En el Distrito Nacional, en cambio, y en el nivel presidencial lo resultados fueron:
PRSC Y ALIADOS: 368,276 VOTOS
PRD Y ALIADOS: 403,648 VOTOS
PLD Y ALIADOS: 118,250 VOTOS
PRI: 24,938 VOTOS
MIUCA: 6,162 VOTOS

La diferencia entre el PRSC Y PRD, fue de 35, 372 votos.

A sabiendo del colosal fraude electoral que había perpetrado del Partido Reformista Social Cristiano, para perpetuar en el poder al presidente, doctor Joaquín Balaguer, y porque contaba con el apoyo de influyentes poderosos sectores de la vida política norteamericana, El Candidato Peña Gómez opto por, no sólo y único no reconocer ese «triunfo electoral» del candidato reeleccionista. Sino que, y también, demostrar ante el mundo el monstruoso fraude electoral consumado.

Y para tal último propósito, montó una oficina nacional operativa, la cual estaba localizada en un apartamento de la calle Luisa Ozema Pellerano, entre las – también, calles – Uruguay y Julio Vernes.

Y para tal ultima finalidad, además, se fotocopiaron las actas de votaciones de nivel presidencial, levantadas en los colegios electorales a nivel nacional.

Basilio Dotel Méndez y yo, José Manuel Vargas González, lo hicimos con las correspondientes al distrito nacional.

El fraude pudo ser probado y confirmado. Y hasta en el mismo informe levantado por la Comisión Nacional de Verificación que se conformó, presidida por el Director Nacional de Elecciones, doctor Julio Brea Franco: EXCLUSIÓN DE MÁS DE 200, OOO PERSONAS; DISLOCAMIENTOS DE CIENTO DE MESAS ELECTORALES; SUPLANTACIONES DE MILES DE CIUDADANOS.

Los jueces de la Junta Electoral del Distrito Nacional, resolutaron en anulaciones de los resultados de las votaciones de los tres niveles (presidencial, congresual y municipal) correspondientes al distrito nacional.

Pero en el pleno de los jueces de la junta central electoral, impugnaron esas anulaciones. E, incluso, al mismo presidente de la junta electoral del distrito nacional, doctor Octavio Amiama Castro («Tavito»), hasta lo estaban obligando a firmar en apoyo a esas impugnaciones.

El doctor José Francisco Peña Gómez, Rafa Gamundy y Julio Mariñez

El, en el 1978, se había opuesto a desconocer los resultados de las votaciones generales en el distrito nacional. Pues, estimaba que eran correctos, reales, ciertos.

Fruto de haberse reconocido y evidenciado el engaño, y como salida ante la grave crisis política nacional que se vivía en el país en ese momento. Se firmó el llamado «Pacto por la Democracia». Mediante el cual se convocó la Asamblea Nacional, que sesionó y reformó la Constitución, estableciendo:
A). Nueva fecha de elecciones presidenciales, el 16 de mayo de 1996, y no en noviembre de 1995 como se había acordado. Con lo cual, se separaban de las elecciones municipales y congresuales, que serían en mayo de 1998;
B) Prohibiendo la reelección en dos períodos consecutivos, y;
C). Elecciones presidenciales de segunda vuelta, si ningún candidato obtenía más del 50 por ciento de los votos. así como reformas al sistema judicial.

Ese «más del 50 por ciento de los votos», fue una jugarreta tramposa combinada de los reformistas y peledeistas, como una manera de ponérsela difícil al candidato Peña Gómez. Y, además, por parte del doctor Joaquín Balaguer, una especie de desquite hacia el primero, por no haber aceptado la propuesta que le hiciere de dos (2) años cada uno.Entonces, pues, hacia unas nuevas votaciones generales de primera vuelta, de nivel presidencial, el 16 de mayo de 1996. Y de ser necesaria, una segunda vuelta, el 30 de junio.

Acerca de esto último, estaré escribiendo en la quinta entrega.

El Motín

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