La impugnación y el declive de un liderazgo

Por Flavio Holguín
New York

En una sociedad democrática y de derechos, la Impugnación se convierte en un RECURSO FORMAL contra una solución o dictamen administrativo, ejecutado por parte de un interlocutor o gerente de un proceso donde la parte que se siente aparentemente agraviada, interpone, mediante actos procesales, una acción impugnatoria.

A través de la acción de impugnar se está solicitando la revocación de un resultado que ha emanado de un órgano regulador y facultado para la emisión de dicho resultado.

Es importante señalar que regularmente las impugnaciones son el producto o el resultado de un sentimiento profundo de insatisfacción, disgusto, agravio o inequidad qué emerge cuando el resultado en nada favorece a quién va dirigida dicha acción o sentencia.

¿A quién se dirige el recursos revocatorio o impugnación?

El documento revocatorio o Impugnación será dirigido, muchas veces A LA MISMA INSTANCIA para su revisión.
En otras ocasiones puede ser dirigido a una instancia superior, en la cuál podría alcanzar cierta ganancia de causa.
Hasta este punto podríamos darles aquiescencia a esta solicitud de revocación del resultado que a mi juicio y a la luz de todos aquellos que puedan tener la grandeza de despojarse de la vestimenta etérea de la pasión, sin duda alguna van a coincidir en que, nunca habíamos presenciado y participado en una escogencia más diáfana y transparente, como el resultado emanado de esa Asamblea de los Miembros de la Dirección Central, de la Circunscripción #1 de Ultramar.

En mi experiencia y en los años vividos de forma intensa, puedo asegurarles que nadie en su sano juicio interpondría un recurso de revocación; salvo aquellos enardecidos y desatinados compañeros que bajo su mundillo de soberbia se resisten a morder el polvo de su desastroso manejo.

Es de suma importancia, para el conocimiento de todos, poner en relieve la instancia que sirvió de arbitro o supervisor en el proceso de escogencia de los dos miembros de la Dirección Central que salieron favorecidos por la Circunscripción #1 y que formarán parte de los 25 miembros de la Coordinación del Primer Congreso Dr Franklin Almeyda.

La comisión que nos acompañó en esa Asamblea fue sin dudas, la más ALTA INSTANCIA CON LA QUE PUEDA CONTAR PROCESO ELECCIONARIO ALGUNO.

Estamos hablando de una representación de más de 7 miembros de la Dirección Política de la Fuerza del Pueblo y entre ellos se incluyen sus máximas autoridades, como lo es el máximo Líder y Presidente del partido, el Dr. Leonel Fernández, su Secretario General, Antonio Florian (Peñita), Franklin Rodríguez, Supervisor de la Circunscripción #1, Mery Valerio, Vice Secretaria de Organización, Omar Liriano, Secretario de Comunicacion, Franklin Labourt, Secretario de Eventos, Domingo Tavares, Secretario de Tecnología y en la parte postrema de la Asamblea se incorporó el Compañero Radhamés Jiménez, Vicepresidente y Coordinador Político del partido.
Con una representación de esta dimensión se hace cuesta arriba y por demás se convierte en una ineptitud interponer una acción impugnatoria.

Obviamente, esta razón nos inclina a preguntarnos:

¿PODRÁ ESTA IMPUGNACIÓN TENER ASIDERO Y GANANCIA DE CAUSA EN EL SENO DE LA DIRECCIÓN POLÍTICA AL SER VENTILADA O CONOCIDA?

LA RESPUESTA OBLIGADA Y CATEGORICA ES: OBVIAMENTE QUE NO. A esto le llamamos en el argot rutinario galloloquismo y pudiendo describirlo en medicina, como un producto o una acción NATIMUERTA.

¿Quiénes son los artífices o los titiriteros que están detrás de ésta burda e irrespetuosa Impugnación?

Siempre se ha dicho que el ejercicio político partidario desenfrenado y sin límites corrompe todo tipo de parámetros de racionalidad, de sentido ético y común.
Quienes están detrás de esta oprobiosa Impugnación se han sumergido, comulgan y viven del gavillerismo, donde la sedición y la conspiración impenitentes se constituyen en su cultura, su norte y su razón de ser.

Sin lugar a dudas, hemos tocado fondo como institución partidaria en toda la Circunscripción no.1, porque las inconductas y los desafueros perpetrados por estos bribones han dañado gran parte del tejido orgánico partidario y podrían medularmente hacer colapsar la acción motriz de la organización en toda la Circunscripción #1.

Sería injusto de nuestra parte, si no separamos y desvinculamos de esta cancerosa práctica a la inmensa mayoría de los militantes simples, porque en realidad no son conscientes de lo que es bueno, ni para ellos, ni para el partido.

Pero lo que si es bueno resaltar, es que un grupúsculo de rufianes de la cúpula de dirigentes de la Circunscripción #1 están mutilando, con sus retorcidas acciones, el libre crecimiento, el mejor desempeño, las buenas normas y disciplina partidaria.

Finalmente, es bueno entender que aún estamos a tiempo para enmendar los desaciertos, suprimir las vilezas y enrumbar, de forma vigorosa, los destinos de este partido por el sendero luminoso del cambio y la transformación requerida; de lo contrario,
elevemos una misa de réquiem o salgamos, dando un paso al costado de este espacio intemporal.

El Motín

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